El año pasado el fabricante chino Geely presentó un prototipo de limusina que no llegó a venderse (dato que desconocí en su día), una burda copia del Rolls-Royce Phantom pero más corto y con una sola plaza trasera tipo trono. Cómo no, la marca británica amenazó con llevarles a los tribunales.
Para el Salón de Pekín de la semana que viene, Geely presentará un nuevo modelo, Emgrand GE, que reduce sustancialmente la similitud con el buque insignia de la marca británica de superlujo. El frontal y la parte trasera ahora no parecen tan semejantes, aunque se nota una clara inspiración de sus rasgos.
Ahora tendrá dos plazas traseras, que es lo típico del segmento al que quieren imitar. No sé si han omitido los cinturones de seguridad porque sus clientes no van a usarlos o por ser un detalle más de la poca confianza que ofrecen las marcas chinas. Se aprecia que han querido maquillar el parecido con otros coches.
Pero en mi opinión, se han quedado un poquito cortos. No sé si el volante está más inspirado en los últimos Chevrolet o en Kia, pero desde luego es carente del bueno gusto que debe tener un coche de esta categoría (a nada que uno sepa algo de coches, claro). No tiene un miserable portaobjetos atrás a la vista.
Los mandos de la consola central están mal situados, haciendo que la profesión del chófer sea más peligrosa, y por ende, la seguridad de los transportados. El mando que hace las veces de MMI, iDrive o lo que quieran imitar es enorme y no parece ser muy ergonómico, está a la altura de los asientos delanteros.
Además, estéticamente está desproporcionado, con unas ruedas que quedan ridículas en comparación con lo demás, y eso que el perfil ya es bajo, parece un SEAT Toledo de primera generación. No es más que otro coche chino en el que solo viendo las fotos ya ves que aún les falta mucho en calidad, al menos en esta marca.
Vía | Carscoop
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