Las intersecciones y los cruces de vías son puntos críticos donde se encuentran vehículos procedentes de distintas trayectorias. Si además carece de señales o semáforos que establezcan la prioridad de paso, la complejidad de la maniobra puede ser aún mayor y peligrosa.
Ceder el paso a la derecha es la norma que rige por lo general en las intersecciones sin señalizar, salvo algunas excepciones. Las repasamos.
Lo que dice la norma general y las excepciones a tener en cuenta
Cuando un conductor se aproxima a una intersección sin preferencia señalizada, debe tomar la decisión adecuada para su seguridad y la del resto de usuarios de la vía en pocos segundos: detenerse y ceder el paso o continuar la marcha.
Para ello, la DGT recuerda que es fundamental “observar, señalizar y situarse correctamente”, pero también decidir siempre “en condiciones óptimas de visibilidad” para afrontar este tipo de intersecciones con seguridad. Además, aconseja seguir siempre los mismos pasos:
- Aproximarse a la intersección siempre con precaución y disminuyendo la velocidad para mantener el control del vehículo en todo momento.
- Observar el tráfico con antelación y mirar hacia todas las direcciones antes de entrar en la intersección, hasta que se esté seguro de que nadie se acerca ni se corre peligro.
- Si no se ve perfectamente la circulación transversal, se ha de avanzar lo justo y con mucha precaución hasta tenerla.
- Al entrar en la intersección se hará situando correctamente el vehículo: lo más cerca posible del borde derecho de la calzada si se pretende girar a la derecha, y si se va a girar a la izquierda, deberá situarse a la izquierda de la calzada en vías de sentido único o pegado al centro en vías de doble sentido.
- No debemos olvidar señalizar la maniobra que vamos a realizar con los intermitentes.
- La última fase es superar la intersección, bien entrando a una nueva vía, bien continuando por la propia. Es fundamental avanzar con decisión pero extremando la precaución y adecuando la velocidad del vehículo a la de la vía lo antes posible.
La norma general a aplicar en este tipo de casos es sencilla: ceder siempre el paso a la derecha, teniendo en cuenta que existen excepciones, que normalmente tienen relación con vehículos que ya circulan por la vía en la que se encuentra la intersección. Son las siguientes:
Así, si el cruce está formado por una vía asfaltada y otra sin pavimentar, la prioridad es de quien circula por la carretera asfaltada.
En el caso de que la intersección sea con un carril bici, la prioridad es de los vehículos que van por este carril, igual que sucede si el cruce es entre una carretera y una vía de raíles.
Por otro lado, si la intersección se da antes de la incorporación a una vía, se les concederá la prioridad a los que circulen la vía principal. Sucederá lo mismo en el caso de llegar a una glorieta, donde los vehículos que ya circulen por ella tendrán la prioridad respecto a los que pretenden acceder.