Hablemos ahora de qué tal va el SEAT León en carretera. Entre las tres unidades probadas sumo casi 3.000 kilómetros, quería asegurarme resultados fiables y fundamentados. Las motorizaciones probadas han sido 1.2 TSI (105 CV) manual, 1.8 TSI (160 CV) automático y 1.9 TDI (90 CV) manual.
El compacto germanoespañol comparte varios elementos con primos muy conocidos, Volkswagen Golf o Audi A3. Las mencionadas motorizaciones son asimismo conocidas en varios modelos del grupo VAG, por lo que es muy fácil encontrar opiniones sobre ellos y tienen una reputación bastante sólida (para bien y para mal).
La gama se compone actualmente de motores turboalimentados en todos los escalones a excepción del 1.4 85 CV. En cuanto a los diesel, ya ha abrazado el Common-rail menos el mencionado 1.9 TDI de 90 CV, que podría durar en el mercado semanas o unos pocos meses. En otros modelos VAG ha sido reemplazado por un 1.6 TDI de 90 CV.
Conducción y dinámica
El SEAT León se caracteriza por un tacto de corte deportivo (para el segmento que es), que si se conduce con normalidad es un coche seguro y aplomado. Si se busca el máximo de sus posibilidades tiene un eje trasero muy vivo y hay que dar las gracias por tener control de estabilidad, puede dar algún susto.
Debo aclarar que para que el León haga extraños hay que ir un poco salido de madre, no son circunstancias de circulación normales. Eso sí, también aclaro que con las ruedas Pirelli P7 el comportamiento es nítidamente peor que con otros neumáticos. Al que le toquen esas ruedas de serie que se deshaga de ellas cuanto antes. El coche lo agradecerá.
A diferencia de la competencia francesa, algunos japoneses… es un coche que aporta precisión y sensaciones; me parece de los mejores en compactos. El nivel de actuación del ESP va según gustos, yo creo que es poco intrusivo, si fuese menos intrusivo se me habrían puesto de corbata.
Las versiones más deportivas (Sport) tienen una puesta a punto diferente. Me parece más recomendable porque hará que el coche balancée menos y sea más aplomado. Para la mayoría de gente, el tarado de serie del SEAT León es muy satisfactorio, quizás es un pelín blandito, pero informa de lo que está pasando.
Hay una peculiaridad de su suspensión, y es el ruido a compresión de gas que hace el eje delantero al pasar por resaltos urbanos o baches. Como ya indiqué en la primera parte, es relativamente cómodo incluso en viajes largos. El 1.8 TSI tenía la suspensión más dura y con él hice casi 900 km… y bastante bien, la verdad.
No hay que perder de vista su cambio automático DSG, porque incluso los amantes del manual sabrán apreciarlo, es uno de los mejores automáticos del mercado. Siempre quedan las levas en el volante para hacerlo a nuestra manera, pero la palanca en modo “D” o “S” cumple muy bien su cometido para casi todo el mundo.
Sobre los motores, algunos apuntes. El 1.2 TSI de 105 CV es un motor algo falto de fuerza a bajas RPM, por ejemplo subiendo rampas de garaje. Cuando el turbo hace su efecto es un motor marchoso, nada explosivo, que casi parece atmosférico… pero más bien un 1.8. Es un cambio muy notorio desde el 1.6 de 102 CV.
Suena menos, es más agradable, pero no tiene un sonido bonito. No es un argumento de compra que suene mejor que un diesel, sino que apenas suena. Por debajo de 2.000 RPM no suena nada bien, y muchas veces el indicador de cambio nos recomendará llevarlo así. No me convence mucho eso, recomiendo no dejarlo caer de 1.750 RPM.
Para conseguir consumos bajos hay que ir muy suavecito, no deja de ser un motor turbo. En las recuperaciones tiene mucha decisión para su cilindrada. Sufre de eyaculación precoz, pues corta inyección a 6.200 RPM. A alto régimen es un motor más bien sosito, el 1.4 TSI en ese sentido es mucho mejor.
El 1.9 TDI de 90 CV se alimenta por bomba-inyector, una solución ya desfasada. Lo notaremos más bravo y empujón que motores de la competencia de misma potencia y cilindrada más baja, pero es más progresivo que bruto… esa patada se nota más en el TDI de 105 CV o en potencias superiores.
Tiene más que de sobra para circular dentro de los límites legales y por encima, es el diesel menos potente. Conduciendo a puntita de gas puede gastar unos 4 l/100 km, pero en condiciones normales lo suyo es que ande por los 6 l/100 km. No es muy eficiente en ese sentido… los HDi, dCi, JTDm… lo hacen mejor.
Es áspero, ruidoso, mete vibraciones dentro… lo que cabe esperar de un TDI con esta tecnología. He probado el 1.6 TDI que lo reemplaza en otros coches de VAG, y el salto se nota, es mucho mejor el motor actual con inyección common-rail. Con 105 CV y carrocerías menos aerodinámicas consigo consumos menores con el 1.6 TDI que con este 1.9 TDI de 90 CV.
El 1.8 TSI de 160 CV es un motor perfecto salvo en un apartado: el consumo. No es lo suficientemente bajo en conducción tranquila y puede ser alto en conducción alegre. Lo normal es esperar de él medias de 8 l/100 km en adelante, aunque la homologación es muy inferior porcentualmente. Es la única pega.
Da gusto cómo sube de revoluciones, la decisión, cómo suena, su progresividad y fuerza… la combinación con el cambio DSG es deliciosa, saca lo mejor de él sin mover tanto las manos y los pies. Merece la pena tenerlo para kilometrajes anuales bajos o medios, por encima puede ser antieconómico.
Honestamente el 1.4 TSI de 122 CV me parece la mejor idea en conjunto, porque gasta poco en relación a lo que anda (prácticamente lo mismo que el 1.2 TSI) y es un motor muy muy satisfactorio. Además, no hay una diferencia muy grande respecto al 1.8 en condiciones de circulación normal.
Consumos de combustible
Con el motor 1.2 TSI de 105 CV tuve una media de 6,6 l/100 km según el ordenador de a bordo (homologa 5,7 l/100 km). Los recorridos fueron muy variados dentro de Madrid, incluyendo zona urbana, a una media de 49 km/h en 564 kilómetros. Sirva de referencia que el León 1.6 atmosférico en 2006 me consumió 6,4-6,7 l/100 km, de modo que es bastante similar.
La diferencia va fundamentalmente en zona urbana, donde el 1.2 TSI lo barre, y en conducción muy tranquila, pudiendo bajar de 5 l/100 km en carreteras como la M-30. En conducción deportiva el motor pequeño también consume apreciablemente menos y me pareció que tiene más marcha que el vetusto 1.6 8 válvulas.
Sigamos con el 1.9 TDI de 90 CV. Este bajó hasta Cádiz, sin superar los 130 km/h de marcador. Reposté a los 685,7 kilómetros, con una media de 88 km/h, incluyendo algo de zona urbana. El ordenador declaró 5,7 l/100 km pero el consumo real fue de casi 6,1 l/100 km. La homologación es de 5 l/100 km.
Tras hacerle 1.500 kilómetros el ordenador ya andaba en los 6,1 l/100 km, por lo que podemos estimar un consumo real de 6,5 l/100 km. Es bastante para la potencia que tiene, no es un motor muy redondo. El 1.9 TDI 105 CV gasta menos, según mis apuntes de 2006 ese motor me gastó 5,5 l/100 km según ordenador (pero no en las mismas condiciones).
Como puede deducirse, el que pretenda ahorrar con el TDI de 90 CV respecto al 1.2 TSI de 105 CV le insto a que lo reconsidere, porque la diferencia real es muy pequeña. Cuestan casi lo mismo, pero el 1.2 TSI incluye más equipamiento de serie, no recomiendo el 1.9 TDI de 90 CV.
Acabamos con el 1.8 TSI DSG, el cual llegó a una gasolinera con autonomía cero y 668 kilómetros. Despreciando lo que pudiese quedar en el fondo del depósito, eso son 8,2 l/100 km. El ordenador declaró 7,5 l/100 km y la homologación es de 6,6 l/100 km. La velocidad fue de 130 km/h como máximo. En el total de la prueba me gastó un poco más, 7,9 l/100 km según ordenador.
Concluyendo todo lo expuesto…
Ninguna de las versiones analizadas tiene sistema Stop&Start, y las presiones de los neumáticos eran adecuadas según el fabricante. Viajé solo y acompañado de un pasajero mas un volumen representativo de equipaje. Más adelante le hincaré el diente al Ecomotive, a ver qué consumos le puedo sacar.
En cuanto a sensaciones de conducción, agrado de motores, prestaciones/consumo… el León está muy muy bien colocado en su segmento, gracias en parte al dineral que se ha gastado VAG y del que se beneficia SEAT. Para el que sepa apreciar las características subjetivas de la conducción, este coche no defrauda.
Todas las motorizaciones probadas me han consumido más que en los datos oficiales. Las condiciones de conducción han sido bastante realistas en mi opinión, no he buscado consumos mínimos y podrían bajarse. Reducir el gasto aún más ya es cuestión de condiciones muy favorables.
Ni los diesel ni los gasolina son tan austeros como se cree, y la diferencia real entre los petroleros y los gasoferos no es muy alta en consumo, de modo que además de los típicos cálculos, me parece importante pensar también sobre el tacto que queremos, no solo en la rentabilidad matemática.
En resumen: los 1.4 85 CV y 1.9 TDI 90 CV no me parecen recomendables. En gasolina considero que el 1.4 TSI es de los más recomendables, y en diesel, los nuevos 1.6 TDI 105 CV y 2.0 TDI 140 CV son elecciones muy buenas y me parece mejor el más potente en relación a las prestaciones y al consumo.
Por cierto, solo hay una razón por la que considero que un gasolina atmosférico es mejor en el León, y es que el 1.4 y el 1.6 son los únicos que se pueden adaptar para funcionar con gas licuado de petróleo (GLP), no hay homologación R-115 para las demás motorizaciones, y es una auténtica lástima.
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