Con unas ventas cercanas a las 700.000 unidades de la berlina y 100.000 unidades del familiar, la actual generación de la Clase E de Mercedes-Benz tiene un gran protagonismo en el segmento. Con ánimo de mantener ese protagonismo y recuperar el liderazgo, Mercedes ha actualizado a fondo el modelo, tanto por diseño como a nivel de motorizaciones y tecnología.
Si ayer os hablamos de los dos rostros que ofrece el modelo, así como de precios, de las diferentes líneas de equipamiento, de paquetes opcionales y de los sistemas de asistencia agrupados en lo que la marca llama Intelligent Drive, hoy toca la parte más interesante, en la que desgranamos las novedades en la gama de motorizaciones y os contamos las primeras impresiones sobre el coche. ¿Te lo vas a perder?
La casa de Stuttgart ofrece para este renovado Clase E seis motorizaciones diésel y seis de gasolina, más otras tantas versiones equipadas con tracción integral 4Matic. Las variantes que pueden equipar la tracción total son las siguientes: E 250 CDI, E 350, E 300, E 400 y E 500.
Todas las versiones incorporan de serie sistema ECO Start/Stop de parada y arranque del motor. Por supuesto, también están disponibles versiones AMG: E 63 AMG y E 63 AMG S. Ambas ofrecen la posibilidad de equipar, por primera vez en AMG, tracción a las cuatro ruedas, aunque se trata de un sistema que envía más fuerza al eje trasero. El Performance 4Matic manda el 67% del par a las ruedas traseras y el 33% restante a las delanteras, mientras que en los modelos 4Matic normales el reparto es 45:55 (delante y detrás, respectivamente).
Novedades en la gama de motores
Entre las novedades de la Clase E en lo que a motores se refiere encontramos de todo. Desde propulsores de cuatro cilindros o seis en uve, hasta un sistema híbrido diésel que supone el primero del segmento en utilizar esta combinación.
- E 250 BlueDirect: Se trata del único motor del segmento en satisfacer la normativa Euro6 y es también el primer cuatro cilindros de la marca en recibir la tecnología BlueDirect, que hasta hace poco se reservaba para los bloques V6 y V8. Es un 2 litros turboalimentado que desarrolla 211 CV y 350 Nm de par motor máximo, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos (cuatro décimas más para el Estate). El consumo homologado es de 5,8 litros a los cien kilómetros y las emisiones corresponden a 135 g/km de dióxido de carbono).
E 400: Este motor V6 de 3.0 litros de cilindrada también es de nueva factura. Está sobrealimentado por dos turbos y desarrolla una potencia de 333 CV y un par máximo de 480 Nm. El E 400 acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos (5,4 en el Estate) con el cambio 7G-Tronic Plus y consume, de media, 7,5 litros a los cien (7,9 en el familiar). También se ofrece con tracción integral, en cuyo caso mantiene todas las cifras salvo la de consumo, que aumenta en seis décimas (en ambas variantes).
E 300 BlueTec Hybrid: Es el primer híbrido diésel de su segmento y combina un motor diésel de cuatro cilindros y 204 CV con un motor eléctrico de 20 kW (27 CV). El primero produce 500 Nm de par y el segundo 250 Nm. Homologa el consumo más bajo de toda la gama, 4,1 litros a los cien kilómetros, y a pesar de todo acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos (el Estate en 7,8).
Aunque estos motores son los más novedosos de la oferta, la marca ofrece un montón de opciones. La relación completa con datos sobre cada uno, tanto en gasolina como en diésel, la podéis encontrar en Mercedes-Benz Clase E 2013.
Primeras impresiones del interior
Aunque en Motorpasión tuvimos la oportunidad de ver y tocar antes que nadie el nuevo Mercedes-Clase E (lo escoltamos hasta Detroit, no dejo de recordároslo), hasta ahora no habíamos podido analizar más detalladamente su interior y, por supuesto, tampoco lo habíamos conducido.
Los cambios en el diseño interior no hacen más que mejorar su apariencia. El habitáculo tiene un aire más moderno y tanto los nuevos mandos, como el cuadro de instrumentos de tres relojes, resultan bastante atractivos a primera vista. Además, el nuevo reloj analógico que preside la consola central aporta un toque especial que lo hace parecer más lujoso, de segmento superior incluso.
Ya desde la versión más basica (los de pruebas siempre van bien equipados, ya sabéis) el coche rezuma calidad por los cuatro costados y nos hace sentir como en casa, o mejor. Eso sí, si necesitamos algo más, Mercedes ofrece muchos materiales nobles de forma opcional para decorar nuestro interior. El espacio para los ocupantes es, además, bastante correcto y los asientos son especialmente cómodos.
El maletero, de 540 litros (695 litros en el Estate), es muy profundo. Resulta especialmente curioso un nuevo sistema que podemos equipar, que consiste en una especie de bolsa plegable (ver foto), especialmente útil cuando queremos transportar bultos no demasiado grandes (ni pesados, porque sólo soporta 10 kilos) que no queramos que den vueltas por el maletero mientras conducimos.
Al volante
Con respecto a su predecesor, este nuevo Clase E se siente mucho más cómodo y refinado. Goza de una suavidad de marcha que lo hace perfecto para viajar, pero también para un uso urbano. En Stuttgart han debido poner empeño en la insonorización, porque el coche es ahora realmente silencioso, y más acusadamente en vías rápidas.
Viajar en estos coches es una gozada. En el roadtrip de Estados Unidos (parte 1, 2, 3 y 4) recorrí más de 4.500 kilómetros en un Clase E y me sorprendió hasta niveles insospechados y, siendo sincero, creo que éste nuevo es incluso más cómodo que los que condujimos allí (modelo 2012).
El cambio 7G-Tronic Plus resulta muy agradable en modo automático, tanto en ciudad como en carretera, y suficientemente rápido si hacemos uso del modo deportivo. Si, por el contrario, queremos accionar nosotros el cambio, podemos hacerlo mediante las levas de plástico que incorpora el volante, aunque no siempre nos deja hacer lo que queremos (estirar una marcha desde muy abajo, por ejemplo), ya que el sistema cambia por sí solo cuando lo cree necesario (bien bajando marcha para darnos más respuesta o bien metiendo una más larga para no penalizar el consumo, según el caso).
Otro elemento que destaca el fabricante alemán es la nueva dirección electromecánica de desmultiplicación variable (el ángulo de giro es diferente según el giro que metamos al volante) y de dureza también variable, en función de la velocidad. En la práctica tiene buen tacto, es relativamente dura, y la desmultiplicación no resulta un problema. Digamos que te haces enseguida a ella.
Durante nuestro periplo americano tuvimos oportunidad de conducir durante una jornada entera (800/1000 kilómetros en un día) a bordo de un E 350 berlina con motor V6 de 306 CV. Si lo comparamos con el nuevo E 400 de 333 CV, también V6, éste último resulta algo más enérgico y la acción de los dos turbos hace que desde el puesto del conductor el coche muestre más poderío en casi cualquier régimen.
También hemos podido llevar brevemente el Mercedes-Benz E 500 Estate durante la presentación, un coche que enamora por las prestaciones y el sonido de su V8 de 4.7 litros de cilindrada y 408 CV. Aunque es más rápido que el E 400 (acelera en cuatro décimas menos de 0 a 100 km/h), la principal diferencia es ese sonido de ocho cilindros que inunda el habitáculo cuando hacemos buen uso del pedal derecho y un consumo sensiblemente mayor (casi un litro y medio de diferencia en homologación).
A nivel dinámico encontramos diferencias entre el E 400 y el E 500 Estate, principalmente por la diferencia de peso. La versión V6 pesa 1.785 kilos, mientras que el V8 es 200 kilogramos más pesado, hasta 1.985 kilos. El familiar, además, es unos tres centímetros más largo que la berlina. Por tanto, el E 500 familiar nos pone más difíciles las cosas en tramos revirados, sobre todo a la hora de frenarlo y afrontar curvas lentas. Eso sí, es incluso más rápido de lo que necesitaríamos de un coche así.
En cualquiera de los casos, el Clase E no es un coche de aspiraciones deportivas, ni mucho menos. Se trata de una berlina de lujo que puede llegar a ser muy, muy rápida, tanto en vías rápidas como en zonas de curvas, siempre y cuando no sean ratoneras, ya que en esas circunstancias el coche no se encuentra a gusto si intentamos llevar un ritmo alto, debido a su tamaño y peso. Una pena que la presentación fuera en Barcelona y no en algún lugar de Alemania, donde hubiésemos podido acceder a alguna Autobahn.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | Mercedes-Benz Clase E 2013, presentación y prueba en Barcelona (parte 1)