Probamos el CUPRA Formentor VZ5: mucho más que un motor soberbio para el Formentor más deseado
Cuando hace casi un año nos pusimos por primera vez al volante del CUPRA Formentor VZ5, el modelo no era todavía la estrella que es hoy en día, pero apuntaba maneras. Hoy, conociendo con las primeras entregas a clientes del esperado CUPRA Formentor VZ5 de 390 CV, hemos vuelto a conducirlo, esta vez en carretera abierta, para contarte qué esconde el Formentor que todo el mundo querrá tener y que solo 7.000 afortunados en todo el mundo podrán poseer.
Antes de meternos a hablar de sensaciones de conducción, creo que merece la pena hacer un repaso a la trayectoria del Formentor como modelo para entender por qué esta versión tan especial y exclusiva, equipada con el motor de origen Audi 2.5 TSI de cinco cilindros Turbo, tiene ahora más sentido que nunca.
El Formentor ha sido el primer modelo desarrollado exclusivamente para CUPRA, ya que anteriormente los LEÓN y Ateca compartían base con modelos SEAT, algo que también ocurre aunque no de forma tan clara y evidente entre el CUPRA Born e ID.3 de Volkswagen.
El éxito de este modelo exclusivo es tal que el 70% de las ventas de CUPRA en Europa corresponden a Formentor, y en España ese porcentaje aumenta hasta un 80%.
En nuestro país el año pasado se vendieron 11.000 CUPRA y de ellos un 80% fueron Formentor. Dentro de ese mix de modelos, con el Formentor han conseguido dar un paso importante en materia de elctrificación, ya que el 40% de las ventas las acaparan los BEV/PHEV.
Así pues, el éxito del Formentor a nivel comercial ha permitido dar alas al proyecto de CUPRA como marca independiente que complemente a SEAT, y lo que es más importante, que la haga rentable y sostenible de cara al futuro de la compañía dentro del Grupo Volkswagen.
Ambición con CUPRA
Este panorama tan prometedor ha llevado a los directivos de SEAT y del Grupo Volkswagen a apostar decididamente por CUPRA y desarrollarla a una velocidad de crucero superior a la inicialmente fijada.
El objetivo que recientemente ha hecho público CUPRA es duplicar en todo de aquí a dos años: en gama de modelos, en cifra de ventas y en facturación. En España cuadriplicaron ventas en 2021 así que duplicar no parece algo descabellado si va acompañado de los pasos necesarios en materia de producto y red comercial.
Esta estrategia les permitirá de aquí a 2025 lanzar cuatro nuevos modelos, pero mientras llega esa fecha, la gran estrella se llama Formentor. Por su éxito puede permitirse licencias de todo tipo, como por ejemplo contar con una versión deportiva, de alta potencia y producida en edición limitada.
Sí, como ocurre con esas piezas de marcas reconocidas y asentadas que inmediatamente al ser anunciadas se convierten en coches de colección deseados por muchos, CUPRA ha lanzado el VZ5 que, además, es el coche de producción más potente fabricado en España.
Al volante de un Formentor diferente
En esta ocasión tuve la suerte de poder conducir el coche en algunas de mis carreteras habituales. Por ellas paso cada semana con un mínimo de dos coches, así que tengo infinidad de referencias de otros coches, algunos rivales directos de éste y otros no tanto, lo cual me permite sacar unas conclusiones más concisas que las que había obtenido cuando lo conduje por vez primera en circuito y hace unos meses en el hielo de Laponia junto al CUPRA Born.
Para llegar a esas carreteras, reviradas y habitualmente desiertas, lo primero que hay que hacer es una buena serie de kilómetros de autovía. Saliendo de Madrid en dirección norte por la carretera de Burgos, pude comprobar cómo pese a ser la versión más deportiva y radical de todas, el VZ5 sigue siendo un coche perfectamente válido para los viajes en carretera.
Los viajes en familia son posibles con niveles de confort semejantes, si no mejores, a los que puedes hacer en un VZ 310, en un 150 o un 190 CV por citar algunos. ¿Cómo es eso posible? Por varios motivos.
Por un lado, el conjunto de chasis y suspensiones logra un muy buen compromiso entre comodidad y deportividad pese a ir 10 milímetros más bajo que un VZ 310. Cuenta con control de chasis adaptativo (DCC) con 15 niveles de ajuste de la firmeza de la suspensión, ya sea a través de los parámetros asociados a cada modo de conducción o de forma independiente.
En el modo de conducción confort, que es el habitual cuando pones en marcha el vehículo, su carácter es dócil y suave hasta donde tú lo desees. El motor tiene una curva de potencia muy lineal, pero también un par motor constante de 480 Nm, entre 2.250 y 5.700 RPM y eso permite llevar ritmos de crucero altos sin tener que revolucionarlo en exceso.
Otro aspecto a tener en cuenta es el sonido. Aquí hay una doble lectura, porque bajo mi punto de vista en esta versión deberían haber hecho que el protagonismo del sonido mecánico, ya sea de puro motor o de escapes, fuese más notorio tanto dentro como fuera.
No esperes encontrar los petardeos, alaridos y el escándalo de sus primos de Audi RS con los que comparte mecánica, porque aquí no hay nada de eso. Los escapes en cualquiera de los modos emiten una melodía fina pero no excesiva, y en el interior lo que se percibe es el característico sonido de cinco cilindros en su versión más pura.
Todo ello, hace que en carretera, el ruido en el habitáculo también sea muy bajo, lo cual redunda en un confort de marcha mejor incluso que el de un Formentor VZ 310.
Cuando vienen curvas
Pero lo mejor en un coche de este planteamiento suele venir cuando abandonas la autovía y te diriges a esa carretera de firme perfectamente ondulado que te conoces al dedillo. Esa que podrías hacer casi con los ojos cerrados.
Unos metros antes de llegar hice lo que hay que hacer para sacarle el máximo partido a un coche de estas características: activar el modo CUPRA.
Éste se selecciona desde un botón satélite en el volante, pulsando varias veces hasta encontrarlo, o directamente haciendo una pulsación más prolongada.
Entonces el carácter del coche cambia y lo hace sin, como decíamos, modificar en exceso la experiencia sonora. El motor responde antes a los movimientos de acelerador, la dirección es más directa y se endurece para que el tacto del volante sea mejor. Por su parte las suspensiones se tensionan con el objetivo de que la carrocería balancee lo menos posible y así puedas ir todo lo rápido que la parte ciclo permite.
Hacer subir de vueltas este motor es una auténtica delicia. Te pega al respaldo de los asientos CUPBucket, con carcasa trasera de fibra de carbono vista, con fuerza y contundencia. No echarás en falta en ningún momento esos 10 CV de menos respecto a modelos Audi con el mismo bloque motor.
Sube de vueltas con mucha rapidez y has de estar bien atento si llevas el cambio secuencial activado, ya que al contrario de lo que ocurre en el resto de Formentor, en este cuando llega al corte de inyección no pasa automáticamente a la siguiente marcha.
En el VZ5 has de ser tú quien se lo indique a través de la leva del cambio para qué suba una cuando el indicador de diodos LED verdes, naranjas y rojos parpadean en rojo, indicador de que se acercan las 7.000 RPM. Si subes una continúa empujado como una bestia. Este sistema evita cambios involuntarios que a veces se dan en aceleraciones por ejemplo a la salida de una curva, cortándote el ritmo de salida. O simplemente en esos momentos en los que compensa jugar con el corte de inyección antes que meter una marcha más y ser más lentos.
Pero sin duda alguna, el aspecto más destacado del Formentor VZ5 es su forma de pisar. Es bajo mi punto de vista, junto al Porsche Macan, el SUV con mejor dinámica del mercado.
Es un coche que todo lo hace bien en este sentido. Es ágil al entrar en las curvas, no balancea, la dirección transmite mucha confianza y el equipo de frenos específico de esta versión VZ5, firmado por Akebono con pinzas de seis pistones en las ruedas delanteras, acompañado de unos discos ventilados y perforados de mayor tamaño (375 x 36 mm) tiene un tacto fantástico que permite disfrutarlos en conducción deportiva.
El VZ5 tiene unas vías delanteras y traseras ligeramente más anchas que el resto de Formentor, y más allá de eso tiene una pisada espectacular gracias a los 49’ adicionales de caída negativa en el eje anterior y 20’ en el posterior que hacen que en los apoyos más pronunciados el coche pise con un aplomo increíble.
Voy haciendo curvas una tras otra y es todo tan delicioso, tan fácil y tan efectivo que no me corto a la hora de buscar el límite. Y cree que cuesta encontrarlo. La dirección y el eje delantero ofrecen una agilidad inaudita en parte porque los bujes son algo más rígidos. Tanto es así, que cuesta creer que estés al volante de un SUV en lugar de un compacto deportivo.
Conclusiones del CUPRA Formentor VZ5
Ahora sí, después de tres citas íntimas y dejando para otra ocasión el probar a fondo el modo Drift, ese en el que el ESC se desactiva por completo y modifica el reparto de potencia al eje posterior hasta enviar el 100 % del par motor en a la rueda que toma la trayectoria exterior de la curva, creo que estoy ya 100% capacitado para sacar conclusiones claras de este Formentor VZ5.
Sin duda, estamos ante un coche que pasará a la historia y será una pieza codiciada en muy poco tiempo, en cuanto se agoten las 7.000 unidades a las que se ha limitado su producción. Será un coche deseado porque tiene un motor que es sin duda uno de los mejores de la historia y muy pocos coches han podido esconder bajo el capó.
Este es uno, y es uno diferente a los otros que montan el 2.5 TSI, ya que lo alberga en un envoltorio con forma de SUV, con un comportamiento digno de uno de los mejores compactos deportivos, y al mismo tiempo con una configuración que lo hace perfectamente válido para todo, desde el uso como coche de diario y familiar, hasta para escaparte de vez en cuando a disfrutarlo en solitario.
El precio del CUPRA Formentor VZ5 es de 65.340 euros, lo cual supone 7.000 euros menos que un Audi RS Q3 o 12.000 euros menos que un Audi RS3 con idéntica mecánica. Vale que las comparaciones son odiosas, pero en esta ocasión no hemos dejado de hacerlas.