Aunque en España habrá que esperar a febrero de 2010 para su comercialización, nos hemos desplazado hasta Italia para la presentación internacional del Citroën C3 y contaros todo sobre él. Hemos probado las versiones C3 HDi 90 y C3 VTi 120 a lo largo de unos 350 kilómetros de la zona de la Toscana.
Citroën quiere repetir el éxito del primer C3, que vendió dos millones de unidades y se seguirá vendiendo unos meses más. El nuevo es una mejora en todos los sentidos. Es más amplio, más eficiente, más tecnológico, más atractivo, más bocazas adopta la nueva imagen de la marca, está mucho mejor hecho…
En 2006 probé un C3 1.6 HDi de 110 CV, mis impresiones de entonces las he comparado con las del otro día. No me cabe duda que Citroën va a tener mucho éxito con este modelo, cada vez suma más argumentos. Este modelo reforzará más la posición de esta marca en el segmento B, el 38% del mercado europeo.
Impresiones del interior
Para empezar el puesto de conducción ha mejorado lo suyo. El asiento es más cómodo, más espacioso y el volante se regula en altura y profundidad. La versión más equipada tiene un cromado en la parte inferior del volante que resbala como la cerámica, si eres de los que pasa la bayeta mejor pillarlo en una versión más sencilla.
Las dos unidades que probé tienen el volante recortado por la parte inferior, un detalle casi exclusivo de turismos de corte deportivo. La instrumentación pasa a ser un poquito más conservadora que antes, se lee bien en cualquier condición de luz y es muy agradable por la noche. El resto se muestra en el salpicadero.
Es más espacioso que antes, pero se percibe menos furgoneitor. Según Citroën el pasajero delantero gana 8 cm de espacio longitudinal y los asientos traseros 3 cm, mientras que el maletero casi mantiene su capacidad, de las más altas de su segmento. Incluye, como otros modelos PSA, un perfumador de ambiente.
Las versiones más equipadas, Exclusive, tienen una calidad perceptible de construcción similar a segmento Premium compacto, según afirman en Citroën. A mi parecer el salto cualitativo es considerable, y ciertamente no parece el típico coche de segmento B, aunque la comparación me parece un poco exageradilla.
Sí me parece próximo a la calidad que ofrece un Mini, se han esmerado mucho en mejorar este aspecto del coche. Falla en algunas cosillas, como que el tacto del cambio sigue siendo muy PSA, con holguras superiores a la media. Le han puesto mucho cromado, eso mejora su imagen indudablemente.
Otra cosa a destacar es el aislamiento acústico, que tiene el triple de superficie que antes. El nuevo C3 es un turismo muy silencioso para el segmento en el que milita, y a veces la sensación de aislamiento del exterior se hace muy muy patente. La velocidad a la que vamos se percibe principalmente por el ruido del motor.
Las dos unidades que probé tenían el sistema de sonido Hifi-System®. Suena realmente bien para un coche de su segmento, pero como te flipes con el volumen empiezan a vibrar los paneles de las puertas y la parte trasera del coche. El retrovisor central también vibra cuando se sube el volumen o a ciertas velocidades.
La guantera también merece un comentario, pues es tres veces más grande que antes y cubica 13 litros de capacidad. No resulta ni intrusiva ni molesta para el ocupante del asiento delantero. Algunas versiones tienen o pueden tener reposabrazos central con 2 huecos o un cajón deslizante bajo el asiento del pasajero.
En cuanto a ayudas a la conducción, el gasolina me recomendaba los cambios de marcha, pero el HDi no. La dirección tiende a centrarse cuando se suelta a baja velocidad, así que mejora la comodidad en ciclo urbano. El resto lo típico: limitador/regulador, sensor de luces, ordenador de a bordo…
El parabrisas panorámico Zenith
Todas las unidades de la presentación tenían este parabrisas, que no es de serie en toda la gama. Es un poco más caro que un parabrisas convencional, y según la marca, tan seguro como la combinación clásica de parabrisas con techo de chapa. En EuroNCAP no hay diferencias de protección de ocupantes.
Este elemento no se lo recomiendo a nadie que no le guste el Sol o viva de Castilla hacia abajo. En la Toscana no daba mucho el Sol, pero era un poco molesto a pesar de que la parte superior se puede desplazar para taparlo parcialmente. A pesar del tratamiento lumínico que tiene, me pareció mejorable.
No me hagáis demasiado caso, pues mis ojos son muy sensibles a la luz solar (fotofobia). Usando el Zenith no hay ninguna luz central, se hayan hallan a los laterales y en marcha son incómodas de accionar. Los parasoles cubren muy poco y no tapan nada los laterales, y eso ya sí que me parece un defecto claro.
Continuará...