Los fabricantes de coches en general y los de deportivos en particular suelen tener un pasado más que interesante. Entre las diferentes aventuras de cada uno nos encontramos con diversificaciones comunes en algunos casos, como el de la maquinaria agrícola en la que por ejemplo Porsche quiso hacer fortuna durante mediados del siglo XX.
Porsche ha tenido muchas colaboraciones en ámbitos sumamente alejados de los coches deportivos, pero el pequeño tractor que hoy nos ocupa es un tanto especial. Ferdinand Porsche se trató de adentrar en el mundo de la agricultura con nuevas ideas de tractores y desarrolló los primeros prototipos antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial, pero fue expulsado del gremio. O casi.
Banneado de los tractores antes de llegar a producirlos
Después de paralizar sus proyectos durante la gran guerra, al terminar el conflicto Porsche fue apartado de la producción de maquinaria agrícola. Las autoridades determinaron que sólo las marcas que hubieran estado fabricando tractores antes y durante la guerra podrían continuar haciéndolo.
A partir de entonces, los diseños de Porsche tuvieron que ser vendidos a otros fabricantes como Allgaier GmbH y Hofherr Schrantz. El nombre de Porsche habría caído en el olvido de los campos de no ser porque en 1954 el gigante de la industria Mannesmann AG quiso entrar en el mercado de los tractores y lo hizo comprando de una parte los derechos del tractor de Allgaier y las patentes de los motores Porsche, fundando la compañía Porsche-Diesel Motorenbau GmbH.
Sólo dos años después de entonces, de una antigua fábrica de zepelines situada en Friedrichshafen-Manzell, en la frontera sur de Alemania, empezaban a escucharse los primeros sonidos de operarios montando tractores.
Desde el año 1956 hasta 1963 un total de 125.000 tractores abandonaron las líneas de producción con cuatro motores diferentes que cada uno daba vida a un modelo: Junior de 14 CV, Standard de 25 CV, Super de 38 CV y Master de 50 CV.
El modelo que podéis ver en las fotos es un Porsche Diesel 308 Super que fue producido en 1959 y localizado 55 años después, en 2014, en una granja cerca de Dublin (Irlanda) donde estuvo abandonado durante un largo periodo. Fue comprado y transportado hasta las instalaciones de un experto en restauración de tractores clásicos y desde entonces ha estado recibiendo mimos y caricias hasta quedar tan impoluto como lo puedes ver en estas fotos.
Su motor de 2.466 centímetros cúbicos diésel, tres cilindros y refrigeración por aire ha sido completamente restaurado para funcionar igual que si fuera nuevo. El mismo cariño que se ha puesto en su interior también lo ha recibido el exterior, que luce extremadamente sublime decorado con su pintura bitono en colores rojo y crema.
Ahora su misión es tener una plácida vida dentro del garaje de un empedernido coleccionista de Porsche, ya que será subastado en Silverstone Auctions el 15 de octubre en el circuito de Silverstone, con un precio de venta estimado que se situará entre 13.000 y 20.000 euros.