Porsche ha tirado la casa por la ventana. El fabricante alemán de coches deportivos ha querido hacer con el Porsche Taycan algo más que un coche eléctrico, ha querido que sea un coche tan rápido como para marcar un tiempo de 7:42 en Nürburgring, y eso sólo se consigue con un chasis muy avanzado.
El bastidor del Porsche Taycan se ha desarrollado para combatir el previsible incremento de peso con respecto a un coche similar de combustión. Sobre la báscula el peso es de 2.295 kg, una cifra elevada en comparación con el Porsche Panamera, al que casi le aventaja en 300 kg en su versión más ligera pero sólo es 45 kg más pesado que el Panamera Turbo S e-Hybrid.
Porsche Taycan: más pesado que un Panamera, pero más prestacional
La estructura interna del Porsche Taycan es un compendio de materiales y formas de fabricación entremezcladas (una combinación de estructuras de aluminio y acero), buscando una estructura que fuera lo más ligera posible pero que mantuviera una alta rigidez, integrando además al soporte del paquete de baterías como elemento estructural.
El Porsche Taycan comparte el mismo chasis para todas las versiones, con una estructura sobredimensionada capaz de digerir los hasta 560 kW (761 CV) y 1.050 Nm del Taycan Turbo S. Y es que Porsche quería hacer un coche eléctrico, pero uno realmente capacitado para desarrollar capacidades deportivas.
En el tren rodaje Porsche ha dotado al Taycan de una suspensión neumática de tres cámaras delante. Este esquema desarrollado especialmente para el Taycan por su morro excepcionalmente bajo es más compacto pero mantiene el confort de marcha. Puede reducir la altura de la carrocería en 22 mm y cuenta con función de elevado para acceder a garajes o superar obstáculos.
La marca asegura además que su función adaptativa es lo suficientemente para hacer del Taycan un coche confortable en el día a día pero extremadamente efectivo si su propietario quiere sacar a relucir todo su potencial en circuito.
En la parte trasera se ha heredado en parte material utilizado en el Porsche Panamera, con eje trasero direccional y gestión activa. A baja velocidad las ruedas traseras giran en sentido opuesto a las delanteras para incrementar la agilidad, mientras que a alta velocidad giran en el mismo sentido para aportar un extra de estabilidad y reducir el balanceo de la carrocería.
Todo el comportamiento del bastidor se puede regular opcionalmente a través del Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC). Este sistema evita la inclinación de la carrocería y es capaz de contrarrestar el subviraje y el sobreviraje mediante la compensación del chasis en milisegundos. El sistema PDCC también se ha tomado prestado del Panamera pero en este caso controlado por un sistema eléctrico de 48 V.
De serie el Porsche Taycan Turbo viene equipado con llantas de 20 pulgadas, con un diseño típicamente Porsche, de 21 pulgadas en el Taycan Turbo S y, además, opcionalmente hay disponibles unas llantas también de 21 pulgadas con diseño aerodinámico de cinco brazos y palas de fibra de carbono.
En las ruedas se calzan neumáticos de altas prestaciones con baja resistencia a la rodadura y frenos Porsche Performance dotados regeneración de energía para incrementar en la medida de lo posible la autonomía.