Elon Musk compró Twitter a finales de 2022 por 44.000 millones de dólares. Las acciones de Tesla que vendió unos meses antes por valor 6.900 millones de dólares no eran suficientes, evidentemente, para la compra. Para reunir esos 44.000 millones de dólares, Elon Musk tuvo que pedir prestados un total de 13.000 millones de dólares a siete bancos diferentes. Esa operación ha sido clasificada como la peor para esos bancos desde la crisis de 2008, por el Wall Street Journal.
Los quebraderos de cabeza financieros de Elon Musk en la antigua Twitter, hoy X, pueden estar pasándole factura. Ante la cruel falta de ingresos y el ingente préstamo que hay que devolver, esto podría significar malas noticias para Tesla.
X: libertad de odio, bots y el pago de 1.500 millones de dólares al año en intereses
Incluso Elon Musk tuvo que pedir un préstamo a los bancos para comprar Twitter. Normalmente, cuando un banco presta dinero para una adquisición como ésta, vende la deuda rápidamente. Lo hace con la promesa para quien compra la deuda de recuperar la suma prestada con intereses, mientras el banco recupera rápidamente la suma prestada con un beneficio.
Por desgracia para Morgan Stanley, Bank of America y el resto de los bancos que ayudaron a financiar la operación, pronto se dieron cuenta de que eso no sería una opción a menos que estuvieran dispuestos a asumir pérdidas significativas en esos préstamos. Es decir, no iban ni a recuperar el dinero prestado.
Como resultado, esos préstamos se han convertido en un dolor de cabeza muy caro para los bancos implicados y ahora se denominan «colgados», porque nadie los quiere, justamente. A priori, esto no es problema de Tesla ni de sus accionistas sino fuera porque de rebote les podría afectar.
A estas alturas todos sabemos qué ha hecho con X. Se han multiplicado los bots, ha confundido libertad de expresión con libertad de odio, para regocijo de todos los extremismos y al final ha hecho que los anunciantes huyeran de la plataforma.
Más tarde mandó a pastar (por ser suaves) a esos anunciantes y empezó a demandarles cuando no volvieron inmediatamente a su plataforma. En los seis primeros meses de 2024, X ha generado 1.480 millones de dólares, un 40% menos que hace un año.
El problema es que en algún momento, tendrá que aportar fondos para salvar su adquisición. Al fin y al cabo, tiene que devolver los 44.000 millones de dólares más los intereses. Sólo los pagos anuales de intereses le cuestan al menos 1.500 millones de dólares.
Y eso podría significar que Musk venda acciones de Tesla para recaudar el dinero, perjudicando a cualquiera que tenga acciones del fabricante de automóviles. En abril de este año ya habían perdido un 40% de su valor en 12 meses. Y por supuesto sería también una mala noticia para la propia marca. Hace poco se supo que desvió millones en procesadores de inteligencia artificial a Twitter que eran para Tesla.