Aunque a primera vista no lo pueda parecer creo que esta es la mejor publicidad que se le puede hacer a Toyota, una marca que presume de la fiabilidad y durabilidad de sus motores. Suponemos que este hombrecillo trata igual el motor de su Toyota Corolla que la carrocería, y si un motor así tratado sigue adelante… ¡póngame un Toyota, por favor!
Vía | autoblog.it