Últimamente venía notando un fenómeno bastante curioso, al que ahora he encontrado respuesta. Cada vez que pasaba por una parada de taxis en Madrid, éstas estaban llenas, tan llenas que no caben todos en el espacio disponible.
Es un fenómeno que ocurre tanto en las paradas del centro urbano como en las situadas en las afueras o en centros de transporte como aeropuertos o estaciones de autobuses. ¿A que se debe esta sobresaturación de taxis en las paradas?
La explicación la encontramos en el precio actual de los combustibles, que está alcanzando máximos históricos. No es complicado ver el Sin Plomo a más de 1,5 €/litro y el Gasoleo a más de 1,4 €/litro. Así pues, a los taxistas les compensa estar parados en una parada antes que estar haciendo gasto buscando clientes.
Si a esto añadimos que por poner el ejemplo de Madrid, en la capital hay 348 paradas de taxis con capacidad para 5.000 taxis y en total por la ciudad se calcula que circulan unos 16.000 taxis, está claro que las paradas están a rebosar.
No todo es negativo
Evidentemente que el precio de los combustibles sea tan alto que impida que los taxistas circulen por la ciudad para buscar clientes es algo preocupante (para ellos), pero también bajo mi punto de vista hay partes positivas.
Por un lado, el tráfico de las ciudades está menos congestionado. Eso se nota en los últimos días en Madrid, hay menos taxis entre el tráfico diário, y por tanto menos atascos. Si añadimos que los taxis cuando van libres suelen circular en muchos casos entorpeciendo el tráfico, la mejora en la fluidez es notable.
Por otro lado, y aunque se que voy a recibir críticas por ésta afirmación, también hay una potencial mejora en la seguridad. En múltiples ocasiones he denunciado que un taxista buscando un cliente, puede ser un peligro para el resto de conductores.
Muchos de ellos, y siempre sin ánimo de generalizar, van más atentos en mirar hacia la acera en busca del potencial cliente que a la propia conducción. Eso se traduce en constantes salidas de su propio carril, giros indebidos sin señalizar para tratar de llegar de primeros a ese potencial cliente y demás maniobras peligrosas.
Así pues, y siempre como usuario habitual de taxis, también hay factores positivos en que los taxis dejen de circular por el precio de los combustibles. Pero espero que para el bien de la economía de esos 16.000 taxistas que circulan en Madrid y los del resto de ciudades de España, que la situación mejore y puedan volver a trabajar con normalidad.
En Motorpasión | Taxis en Madrid: oferta y demanda se han descompensado