Especial mantenimiento: Baterías y sistema eléctrico (parte 2)

Especial mantenimiento: Baterías y sistema eléctrico (parte 2)
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Aparte de las baterías, en el sistema eléctrico de nuestros coches a poco más podemos meter mano. Esta parte la vamos a dedicar al sistema de ignición y al de los precalentadores de los coches diesel. Estos sistemas son claramente diferentes, siendo uno usado para provocar el encendido de la mezcla en los cilindros y el otro para calentar el interior de la cámara de combustión antes del arranque para facilitar el mismo.

Los componentes de ambos están sometidos a diferentes exigencias, pero al final ambos necesitan algún tipo de mantenimiento. El mantenimiento consiste normalmente en la sustitución de todas las bujías o precalentadores cada ciertos kilómetros, aunque a veces basta con una limpieza a conciencia de estos elementos.

Unas bujías en mal estado o con un exceso de kilómetros tienen un impacto en la conducción diaria, ya que se suele percibir un ligero descenso en las prestaciones del motor. Por su parte unos precalentadores en mal estado pueden causar problemas durante los arranques en frío, pero no tienen un impacto real en las prestaciones, ya que solo se utilizan previamente al arranque.

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Bujías

Las bujías son componentes exclusivos de los motores de gasolina, y se usan para encender la mezcla en el interior del cilindro. Para ello van roscadas en la culata con el electrodo dentro de la cámara de combustión. Para que la chispa salte en la bujía desde el electrodo a la masa, se necesita una corriente de alta tensión proveniente de una bobina que transforma la tensión de 12 voltios del sistema eléctrico de nuestro coche en más de 20 kV.

Tradicionalmente la corriente de alta tensión se llevaba de la bobina a la bujía a través de un distribuidor y cables, sin embargo, con la introducción del encendido electrónico y posteriormente el encendido digital, los cables han dado paso a las bobinas individuales con condensadores integrados, que se montan sobre las bujías directamente.

Cambiando unas bujías

Cambiar una bujía es una operación relativamente sencilla, por eso os vamos a contar un poco por encima como se hace. A no ser que tengáis un Mitsubishi 3000GT, en el que hay que desmontar medio motor para acceder a ellas, no tiene mucho misterio. Necesitamos una llave de tapiporla del 15 bujías, otra llave para quitar la tapa del motor (si lleva) y otra para quitar las bobinas.

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Antes de nada, debemos soltar el negativo de la batería y esperar un par de minutos, así nos evitamos chispazos inesperados. Tras ello desmontamos la tapa y soltamos el cable o la bobina. Ya deberíamos verlas, ahora con suavidad metemos la llave de bujías en el agujero donde se aloja la bujía, y con mucha suavidad giramos hasta aflojarla por completo.

Una vez sacada es conveniente observarla para ver si tiene depósitos de carbonilla, aceite o desgastes extraños. Ni el electrodo ni la masa de la bujía deben estar desgastados en exceso o fundidos. Estos síntomas pueden significar que necesitamos una bujía diferente o que tenemos otros problemas en el motor que están causando los depósitos anómalos. El cambio de bujías suele ser tras unos 40.000 o 60.000 km (revisión importante), aunque lo mejor es contrastar lo que recomienda el fabricante.

Las nuevas bujías que compremos han de ser adecuadas a nuestro motor, del mismo grado térmico que las que llevemos. El material del electrodo puede ser de cobre, iridio o platino. Aunque existen leves diferencias, básicamente yo me limitaría a montar unas del mismo material que las de serie, que suelen ser baratas y dar buen rendimiento. Cambiar a unas que creemos mejores por que sean más caras, puede resultar un cambio a mejor, pero también puede ser a peor.

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Precalentadores diesel

Los coches diesel necesitan calentar la cámara de combustión antes del arranque, para ello se utilizan los precalentadores, que no son más que una resistencia que se enrosca en la culata y cuyo extremo queda en la cámara de combustión. Los precalentadores al contrario que las bujías, no necesitan de una bobina de alto voltaje, funcionan a 12 voltios.

Cambiando y comprobando los precalentadores

Cambiar y comprobar los precalentadores también es una operación sencilla, necesitamos las llaves necesarias para quitar la tapa que cubre el motor y una llave para soltar los precalentadores. Antes de nada debemos soltar el negativo de la batería durante un par de minutos, para evitar sustos.

A continuación quitamos la tapa del motor y localizamos los precalentadores. Luego soltamos los cables que llevan la corriente a los mismos, algunos llevan un conector, otros llevan una simple tuerca. Tras ello toca desenroscarlos y extraerlos con cuidado, suelen estar bastante accesibles.

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Después de extraerlos se pueden comprobar al ser un componente bastante sencillo. Para comprobarlo necesitamos una batería de 12 voltios. Fijamos el precalentador en una mordaza, tampoco muy apretado, conectamos el terminal negativo de la batería al cuerpo del precalentador y a continuación conectamos el terminal del precalentador con el positivo de la batería. Si en un par de segundos se pone la punta al rojo, el precalentador está en buen estado.

Normalmente los precalentadores se estropean porque por el uso la resistencia de su interior se acaba cortando en algún punto. En este caso, por mucho que le demos corriente al precalentador, no se pondrá al rojo. Normalmente los precalentadores solo se sustituyen cuando están estropeados, por lo que comprobarlos es una operación básica.

Una vez comprobados y si vemos que funcionan, los podemos volver a montar, apretándolos con suavidad, normalmente llevan par de apriete por lo que quizá necesitemos una llave dinamométrica para ajustarlos. Con las culatas actuales en aluminio, mejor no jugar con los aprietes, porque cargarnos una culata por apretar un calentador puede ser un fail de proporciones épicas.

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Últimas recomendaciones

A veces la correa de accesorios del motor también se emplaza en el mantenimiento del sistema eléctrico, ya que suele ser ella la que mueve el alternador. Una correa rota puede provocar y provoca una descarga de la batería y un fallo en el sistema eléctrico. Lo sabremos porque además de escucharse la rotura se encenderá un testigo en el panel de instrumentos en forma de batería, que nos alertará de que la carga de la batería ha parado.

Si se rompe solo queda una solución que es poner una correa nueva. La correa de accesorios se suele sustituir en las revisiones que recomienda el fabricante cuando se observa que está en mal estado. La vida útil de una correa de accesorios media es bastante larga del orden de los 60-80.000 km, pero depende de las condiciones de uso del coche.

Después de haber estado trasteando bajo el capó y tocando elementos eléctricos del coche, es apropiado echar un poco de grasa protectora a los bornes de la batería tras haber ajustado los cables a los mismos. Tras tener todas las conexiones hechas también es recomendable echar un spray antihumedad dieléctrico. En algunos coches tras desconectar la batería, hay que realizar ajustes con el sistema de diagnosis del fabricante, un “regalito” para que no toquemos.

Y hasta aquí el especial de mantenimiento de esta semana, como siempre esperamos vuestras aportaciones, correcciones y que nos increpéis si nos hemos dejado algo, todo ello ordenadamente en los comentarios.

Fotografía | Flickr (I, II, III, IV, V, VI
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