Los habitantes de Nueva York (EEUU), una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, acaban de vivir un acontecimiento inédito que ha reventado las redes sociales e incluso ha salido en directo en las principales cadenas de televisión: se acaba de presentar el sistema de recogida de basuras que tenemos en España desde hace más de 30 años.
Aunque aquí pueda chocar ver cómo alucinan los neoyorquinos grabando cómo un camión recoge los cubos, hay que tener en cuenta que la basura de Nueva York siempre ha sido uno de los mayores problemas de la ciudad. Hasta ahora y desde hace un siglo, se recogía a mano por los trabajadores, que la lanzaban a la parte trasera de un camión de saneamiento.
“El futuro de la basura está aquí”
Hace unos días los neoyorquinos pudieron echar un primer vistazo en Manhattan “al futuro de la basura”, como pone en el prototipo del camión automatizado que presentó el alcalde de la ciudad, Eric Adams. En un esfuerzo por acabar con las antihigiénicas bolsas que se acumulan en las calles, este vehículo se utilizará para facilitar el trabajo de los operarios.
Como recoge el New York Times, este camión “al estilo europeo” capaz de levantar grandes contenedores, es sensiblemente más grande que los que suelen usarse en Nueva York. Además, “desaparece la enorme abertura lateral por la que los trabajadores de los servicios sanitarios suelen arrojar las bolsas de basura y en su lugar hay un cargador lateral mecanizado, diseñado con tecnología italiana” que se maneja con un joystick, explican.
Este nuevo camión automatizado, que Adams ha definido como “un super arma” para acabar con el insalubre problema que vive la ciudad desde hace años, forma parte de una mayor estrategia de contenerización de residuos sólidos, que pretende evitar su exposición al aire libre en espacios públicos y zonas comunes.
Este tipo de sistemas con los que contamos en España hace más de tres décadas, al otro lado del océano no es tan común, pues lo más parecido es este tipo de recogida en algunos barrios residenciales en EEUU. Pero en una ciudad tan densa y con tanta basura como Nueva York, empezaba a ser muy necesario.
Allí lo habitual es ver cómo el camión de la basura se detiene en los distintos barrios mientras los operarios, que suelen ir agarrados al costado del camión, van cogiendo las bolsas a mano lo más rápido que pueden. Además, se añade el hecho de que la recogida de basuras es un negocio con muchas ramificaciones (no siempre legales), por lo que “implementar un cambio de paradigma supone superar muchas trabas”, explica Pedro Torrijos.
De hecho, el cambio requerirá revisar la enorme operación de recogida de basuras de la ciudad, eliminar entre 44.000 y 68.000 plazas de aparcamiento para instalar contenedores y conseguir una desorbitada financiación a lo largo de la próxima década para pagarlo.
Además, a partir de este otoño, los neoyorquinos que residan en edificios pequeños deberán depositar la basura en “contenedores con ruedas” más pequeños. Para los edificios de apartamentos con más de 30 pisos, se exigirán contenedores más grandes en la calle.
El alcalde Eric Adams, demócrata en su tercer año de mandato, en este tiempo ha hecho de la eliminación de las bolsas de basura y de las ratas que se alimentan de ellas una de sus principales prioridades (incluso ha llegado a contratar a una “zarina de las ratas”). Este es “el avance más significativo hacia unas calles limpias que los neoyorquinos han visto en generaciones”, dijo. Quizá lo próximo sean los contenedores enterrados en el suelo.