Ya es definitivo que Sete Gibernau correrá la próxima temporada del MotoGP con la escudería italiana del Ducati Marlboro Team, sustituyendo a Carlos Checa en el equipo y teniendo como compañero a Loris Capirossi. Desde el punto de vista de Gibernau, el cambio a las filas de Ducati se debe a una nueva búsqueda de estímulos deportivos tras una temporada repleta de dificultades.
El piloto español suele ser más dado a ver el lado positivo que el negativo de esta temporada, aunque a los ojos de una gran mayoría de aficionados y periodistas especializados, este año ha sido desastroso, marcado por las caídas y un Valentino Rossi que no ha dejado pasar ni una sóla ocasión en la que pudiera humillarle, dentro y fuera de la pista.
De lo que no cabe la más mínima duda es que esta es una buena oportunidad para que el piloto español haga borrón y cuenta nueva. Probablemente se sienta más apoyado por el equipo italiano, que por Honda MotoGP durante estos años; no creo que sorprenda a nadie saber que los esfuerzos del equipo japonés nunca han estado centrados en torno a la moto de Sete. Esperemos que Ducati y Sete nos den muchas alegrías en la próxima temporada de MotoGP.