Para los más aficionados al mundo del motor, la palabra Boneville es sinónimo de velocidad. No obstante, esto podría cambiar pronto si el estado de las llanuras de sal sobre las que se celebra la Semana de la Velocidad (Speed Week) sigue deteriorándose. Y es que, al parecer, cada vez hay menos sal y menos superficie cubierta por ésta. ¿Resultado? Podrían acabarse los récords.
Estas salinas de Bonneville se encuentran al oeste de la capital del estado de Utah, Salt Lake City, y es donde se ha celebrado desde hace más de cien años el evento más esperado para los que buscan alcanzar velocidades de vértigo, tanto en coche como en moto. El año pasado la llamada Speed Week tuvo que retrasarse debido a la lluvia y, este año, también está en peligro.
La causa es diferente, puesto que ésta vez el problema no es que las salinas estén cubiertas de agua. El principal impedimento es la reducción de cantidad y calidad de la sal que cubre el lugar. La capa de este material es cada vez más fina y, además, la superficie salada es cada vez menor.
Mientras tanto, la SCTA (Southern California Timing Association) está intentando determinar si las condiciones de la salinas son aptas para la competición. Un equipo de pruebas, pilotos incluídos, se trasladarán a Bonneville el día 21 de julio para comprobar el estado del lugar. Al día siguiente, el mismo 22 de julio, podríamos tener ya un veredicto.
De momento los antecedentes no son demasiado buenos, ya que la Utah Salt Flats Association canceló el pasado fin de semana un evento llamado Test 'n' Tune, aunque al parecer se ha debido al mal tiempo y a la presencia de barro en la superficie que se utiliza habitualmente como pista de pruebas. De cualquier manera, ya se están buscando alternativas y se baraja incluso crear trazados alternativos, más cortos, aunque los equipos y pilotos puedan no estar de acuerdo con ello.
2015 Speed Week, en duda
A pesar de la situación actual de las míticas salinas donde se celebra este evento, la organización de la Speed Week 2015 promete que será la edición más multitudinaria de la historia, con en torno a 600 pilotos participantes, desde amateur hasta competidores profesionales. Aún así, todavía está por ver que el terreno este en condiciones para acoger coches a toda velocidad.
Además del Speed Week que tiene lugar en agosto, también se celebran a lo largo del verano diversos eventos promovidos por distintas organizaciones, como el BUB Motorcycle Speed Trials de finales de agosto, el World of Speed, parecido al Speed Week, que tiene lugar en el mes de septiembre o las World Finals, en octubre. En cualquier caso, todos ellos dependen del estado de la sal, claro.
Fue en 1912 cuando se utilizaron estas salinas por primera vez, cuya extensión es de unas 14.800 hectáreas. Uno de los récords más significativos lo ostenta el británico Sir Malcolm Campbell, que el 3 de septiembre de 1935 superó la barrera de las 300 millas por hora al alcanzar 301,129 mph en su Bluebird, es decir, unos 485 km/h, que se dice pronto. En la década de los setenta ya se superaron los 1.000 km/h en Bonneville.
¿Tiene alguien la culpa?
Mientras algunos intentan sacar adelante el evento, otros buscan culpables, aunque la administración asegura que "no hay evidencias actuales sobre un declive a largo plazo", en referencia a las salinas y su estado. Muchos achacan los problemas del lugar a los procesos de extracción de minerales, como el cloruro de potasio, que llevan a cabo diversas compañías de la zona, aunque no hay nada probado.
Sea o no la minería la culpable del estado de las salinas, de momento solo podemos esperar que Bonneville pueda seguir celebrándose. No nos gustaría que un evento tan importante para el mundo de la automoción pasara a mejor vida por las malas prácticas de la industria, el cambio del clima o cualquiera que sea la razón.
Foto 2 | Bureau of Land Management (flickr)
Foto 3 | Brennan O'Keefe (flickr)