Tras meses de espera, por fin el nuevo Lotus Emira GT4 ya está aquí. Esta variante de competición del ya de por sí espectacular Lotus Emira posee una belleza hipnótica y es el primer coche de carreras que presentan los de Hethel desde hace más de una década.
Ha sido desarrollado por los especialistas de la división de Lotus Advanced Performance en colaboración con los británicos de RML Group y será el encargado de sustituir al veterano Lotus Evora GT4. Ya está preparado para debutar en pista de forma inminente la próxima temporada.
El precio de esta variante de competición es de 165.000 libras, sin incluir impuestos ni gastos de entrega (unos 152.700 euros al cambio actual). Si bien todas las unidades asignadas para la producción de este año ya tienen dueño, Lotus tiene planeada ampliar la fabricación de cara a 2023.
Las carreras GT como antesala a un posible regreso a Le Mans o la F1
OMG
La sede de la compañía británica lleva una semana muy ajetreada con el debut de su nueva criatura concebida especialmente para los circuitos: el espectacular Emira GT4, que llega con la misión de superar el palmarés del Evora, otra bestia de la competición que obtuvo notables resultados en los campeonatos GT de Europa y parte del resto del mundo hace ya más de una década.
Bajo el paraguas del grupo chino Geely y el conglomerado malayo Etika Automotive desde 2017, Lotus está experimentando un cambio de imagen importante que mira a un futuro totalmente eléctrico para sus coches de carretera, como la inmensa mayoría el resto de fabricantes.
El hiperdeportivo Evija, lanzado en 2019, representó un potente preludio de lo que nos depara la marca y ya en mayo de este año, el "hiper-SUV" totalmente eléctrico Eletre sorprendió por ser el primer vehículo de Lotus de sus características.
Mientras tanto, el verano de 2021 el nuevo Emira hizo su primera aparición, proclamado como el último Lotus de gasolina totalmente nuevo: algo que cualquier apasionado de las creaciones del pasado lejano de Colin Chapman nunca olvidará. Apenas un par de meses después, en el marco del Festival de Goodwood, llegó el adelanto de la versión de competición.
Con el Emira GT4 Lotus abre una nueva era de la marca en el mundo de la competición. Y eso, después de tantos comienzos falsos y promesas rotas para un fabricante de automóviles terriblemente mal servido por sus anteriores custodios, es una muy grata noticia.
Los fabricantes implicados en el mundo de la competición ya están haciendo sus apuestas en torno a la revolución eléctrica, como hacen también con sus coches de calle. Y aunque Lotus es uno de ellos, sus planes a futuro no se limitarán necesariamente a vehículos 100 % eléctricos.
El nuevo director del departamento Lotus Advanced Performance, Simon Lane, es quien liderará el regreso de la marca a la competición, y sobre el GT4 ha declarado que forma parte de sus emocionantes planes, aunque “hay mucho más por venir”.
En este sentido, como ha declarado en una entrevista el director del programa de competición de la marca, Richard Selwin, Lotus quiere volver a Le Mans “y no descarta la Fórmula 1”, aunque todavía ve lejanas ambas posibilidades.
Selwin, quien fue una pieza clave en los paddocks de Fórmula 3000 y GP2 de las últimas décadas ha dejado caer que a la marca le esperan unos años emocionantes en las pistas: "Siempre llegamos a la Fórmula 1 bastante rápido en las conversaciones, pero creo que todavía estamos muy lejos de eso”, admite.
“De momento cumpliremos el deseo de ir a las carreras de GT: vamos a demostrar que podemos correr en GT4, y más adelante podremos ver qué más podemos hacer. Todo es posible".
Los ingredientes del Lotus Emira GT4
En cuanto a estética, este GT4 no puede negar que es todo un Emira, aunque se le han añadido elementos aerodinámicos imprescindibles para su misión en los circuitos que le diferencian a simple vista de la versión estándar: capó rediseñado, un splitter delantero ampliado, tomas de aire laterales modificadas y un importante alerón trasero.
El Lotus Emira GT4 mantiene un esquema ya establecido por el Evora y está propulsado por el ya conocido motor gasolina V6 2GR-FE de 3.5 litros y 406 CV de origen Toyota con cárter seco y sobrealimentación Harrop, que va asociado a una caja de cambios secuencial de seis velocidades Xtrac.
En vacío, marca 1.300 kg en la báscula y presenta un depósito de 96 litros de capacidad. Para haber podido aligerar el peso respecto al modelo de calle, entre otras cosas, lleva chasis de aluminio con paneles de composite.
Además, cumpliendo religiosamente con los requisitos de la FIA para su categoría, posee una estructura tubular de seguridad, una jaula antivuelco, asientos deportivos ultra-ligeros independientes con cinturones de seguridad de arnés de seis puntos, lleva cuadro de instrumentos Motec con registro de datos y un extintor.
A nivel técnico, este depredador de los circuitos cuenta con suspensión de doble horquilla delantera y trasera, amortiguadores Öhlins ajustables, barras estabilizadoras en el eje delantero y trasero, o un sistema antibloqueo ABS con diferentes ajustes que complementa a un potente sistema de frenos de competición Bosch, entre otros.
Las llantas de aluminio forjado de 18 pulgadas envueltas por neumáticos Pirelli GT4 (de 265/645x18 delante y 305/680x18 atrás) completan el precioso conjunto.