De todos los eventos del motor que se celebran cada año, el Festival de la Velocidad de Goodwood es el más indicado para que fabricantes, equipos de competición y particulares luzcan sus mejores coches porque entre el público están algunas de las personas más ricas del mundo y los aficionados más petrolhead.
Lo que no espera nadie es tener un accidente delante de todo ese público, y menos a los pocos metros de tomar la salida en la famosa subida a la colina de Goodwood. Es lo que le pasó al piloto que se puso a los mandos del carísimo Lotus Evija X, la variante más radical del Lotus Evija.
2.000 CV de músculo eléctrico desbocados en un par de segundos
Tomar la salida en la subida a la colina de Festival de la Velocidad de Goodwood tiene que ser muy especial, sea cual sea el coche que conduzcas. El ambiente que hay allí es único y, probablemente, no exista un lugar donde se concentren más petrolheads, algunos de ellos tan ricos que se pueden permitir tener los mejores coches de la historia.
Los fabricantes son conscientes de lo importante que es este evento en el mundo del motor, por eso aprovechan esta cita para presentar sus modelos más especiales, como ha hecho Red Bull con el RB17. Y la mayoría considera que la mejor forma de dar a conocer sus novedades más picantes es buscando sus límites en la subida a la colina, un pequeño tramo cronometrado en el que es posible pilotar cualquier cosa delante de todos los aficionados.
El Lotus Evija X estaba llamado a ser una de las estrellas de la edición 2024 del Festival de la Velocidad de Goodwood. Este hypercar eléctrico es una evolución todavía más bestia del Evija de producción enfocada al uso en circuito y su objetivo es únicamente demostrar el potencial que puede tener el hypercar eléctrico de 2.000 CV.
Ya intentó reventar el cronómetro en el circuito de Nürburgring, pero, de momento, no ha podido arrebatar el récord al Volkswagen ID.R (el británico fue 19 segundos más lento que el alemán), aunque es el tercer coche más rápido en la pista alemana. Mientras prepara su vuelta al Infierno Verde, ha viajado al Festival de Velocidad de Goodwood para lucirse delante del público más selecto, pero no ha salido bien.
A los pocos metros de tomar la salida en la subida a la colina, el piloto que estaba a sus mandos perdió el control y acabo estampándose contra las protecciones de paja situadas en los laterales de la pista.
A priori, el Evija X tiene todo lo necesario para marcarse una salida de esas que quitan el hipo: 2.000 CV, una aerodinámica espectacular, neumáticos slicks y, en teoría, una electrónica perfectamente puesta a punto para transmitir semejante músculo al asfalto, pero algo falló. Todo apunta a que, precisamente, hubo algún error en la electrónica porque las ruedas traseras asumieron demasiado par, a juzgar por la humareda blanca que dejaron. Eso provocó que, en unos metros y un par de segundos, el Evija X se estampase.
Los daños que sufrió el coche no parecen excesivamente graves y el piloto salió completamente airoso del accidente, pero los daños a nivel de imagen para Lotus son innegables. Lo que pretendía ser una demostración de fuerza delante de unos cuantos potenciales clientes dispuestos a gastarse los 2,1 millones de euros que costará cuando pase a producción, acabó siendo todo lo contrario.
Imagen: Little T YouTube