La pandemia del coronavirus mantiene parado todo el deporte mundial, y como no podía ser de otra forma, el automovilismo no es una excepción. Las carreras de coches más míticas del mundo, como las 24 horas de Le Mans, el Gran Premio de Mónaco o las 500 millas de Indianápolis ya se han visto afectadas. Todo el mundo del motor está patas arriba.
Además, el carácter mundial de estas competiciones dificulta su pronto regreso. Mientras que torneos nacionales de distintos deportes ya tienen claras las fechas de su regreso, los mundiales de Fórmula 1, WEC, WRC y Fórmula E dependen de que los países abran sus fronteras a personal que llega de todas partes del mundo.
La Fórmula 1 ya ha cancelado dos carreras y no volverá hasta el verano
La categoría reina del automovilismo ya lleva dos carreras canceladas. En 2020 no habrá Gran Premio de Australia ni tampoco de Mónaco, mientras que otro siete eventos, entre ellos el de España, se mantienen suspendidos. De momento, la fecha de inicio del mundial es el 28 de junio en Francia, cosa que está muy en duda.
Para empezar, por Emmanuel Macron, el presidente francés, dijo en su discurso que como mínimo hasta julio no habrá acumulaciones de personas en Francia. No es un contratiempo demasiado importante, porque la Fórmula 1 tiene claro que casi todas las carreras de 2020, y puede que las de 2021, serán a puerta cerrada.
Pero el problema es fronterizo, y esto vale para todos los eventos mundiales. Macron también manifestó que las fronteras de la Unión Europea permanecerán mucho tiempo cerradas. Si lo trasladamos a la Fórmula 1, encontramos que Honda y Haas vienen fuera de Europa. Y eso sin entrar en el asunto del Reino Unido, donde residen la mayoría de los equipos.
Así pues, el calendario de la Fórmula 1 está totalmente en el aire. Liberty Media de momento no se ha lanzado a reubicar los siete Grandes Premios suspendidos. Probablemente más de uno tendrá que ser cancelado, con más opciones para los urbanos como Azerbaiyán y los que están en una posición contractual débil, como España.
Pero de momento la idea de Liberty Media es firme, y consiste en sacar adelante la temporada como sea, pese a que voces del pasado como Bernie Ecclestone o Max Mosley le aconsejan que la cancelen. Que no hubiese carreras en 2020 arrojaría pérdidas millonarias a los propietarios del gran circo.
The 2020 Canadian Grand Prix, scheduled to take place June 12-14, has been postponed
— Formula 1 (@F1) April 7, 2020
Lo que sí se ha decidido es que el nuevo reglamento técnico no entrará en vigor hasta 2022, y en 2021 habrá que seguir corriendo con los mismos coches que en esta temporada. Hasta el próximo mes de febrero no se podrá volver a trabajar en el Fórmula 1 de 2022, y aún así hay algunos que quieren que se retrase aún más, hasta 2023.
Las 24 horas de Le Mans será en septiembre y el WEC retrasa los hiperdeportivos
Si hay una carrera de coches mítica por excelencia esa es las 24 horas de Le Mans. *La cita francesa debía celebrarse a mediados de junio pero ha sido suspendida hasta el 19 y 20 de septiembre. Y además no será la carrera que decida el título mundial de 2020. Ese honor lo tendrá las 8 de Baréin, que se van a disputar el 21 de noviembre y será la única cita que repita en este mundial.
La carrera de Baréin viene a sustituir a las 1.000 millas de Sebring, que fueron totalmente canceladas en su edición de 2020. Además, también las 6 horas de Spa han sido suspendidas y ahora se van a celebrar el 15 de agosto. La situación del WEC es muy diferente a la de la Fórmula 1 por un asunto clave: el campeonato ya está en marcha.
Antes del parón por el coronavirus se habían disputado cinco carreras del WEC y la lucha entre Toyota y Rebellion parecía real. Hay que ponerle punto y final de alguna forma al campeonato, además de que sería un hito histórico cancelar una carrera como las 24 horas de Le Mans. Aún así, veremos qué dice al respecto al gobierno francés y qué pasa su hay una segunda oleada del virus.
Lo que sí ha decidido ACO es que el nuevo reglamento técnico del WEC no entrará en vigor hasta 2021. Es decir, la era de los hiperdeportivos no darán comienzo en este año, tal y como estaba previsto. El WEC parece que va a volver a la temporada anual y hasta marzo de 2021 no dará comienzo la nueva era de la resistencia.
El WRC prohíbe los test y hasta el Rally Safari está en el aire
El Campeonato del Mundo de Rallies fue el último gran mundial que nos ofreció una competición de coches antes de la pandemia. El mismo fin de semana que se canceló el Gran Premio de Australia de Fórmula 1 sí que se disputó el Rally de México, con victoria para Sébastien Ogier. Algunos tramos ya fueron cancelados.
Desde entonces, se han ido suspendiendo los rallies de Argentina, Portugal e Italia, que unidos a la cancelación de Chile por los disturbios en el país dejan al WRC con cuatro pruebas menos por el momento. Y reubicar un rally no es tan fácil como hacerlo con una carrera que se disputa en un circuito cerrado.
La siguiente cita que queda en pie del WRC es el Rally Safari, que vuelven al mundial en 2020 y se debería disputar del 16 al 19 de julio. Aunque queda mucho, y en Kenia están haciendo todo lo posible para que se dispute, apunta a que será suspendido como mínimo. El coronavirus está creciendo en África y, para colmo, están sufriendo una grave plaga de langostas.
🇲🇽 @RallyMexico #WRC Overall Standings after SS15/24 🏁
— WRC - FIA World Rally Championship (@OfficialWRC) March 14, 2020
1⃣ @SebOgier
2⃣ @TeemuSuninenRac +28.3
3⃣ @OttTanak +34.9
Full Standings ➡ https://t.co/m2aWjw9Ya9
Tune into the Media Zone and find out what happened this morning🧐 https://t.co/0nWOJAkkTv #WRCLive #RallyMX pic.twitter.com/2tp4I9FOUA
De momento, la decisión que ha tomado el WRC es la de prohibir todos los test como mínimo hasta el mes de junio. Esto se hace para evitar que según su localización pueda haber marcas que saquen ventaja rodando mientras que sus rivales están confinados. Si no hay rally en Kenia, la siguiente cita sería en Finlandia en el mes de agosto.
La Fórmula E tiene medio mundial suspendido, ha retrasado el Gen2 Evo y son los más débiles
Si la crisis del coronavirus se va a cebar con alguien va a ser con los más débiles, y dentro de los mundiales de automovilismo esos son los de la Fórmula E. La categoría eléctrica tiene varios componentes contrarios que les dificulta salir de ésta con todo en orden. Empezando por el carácter urbano de sus carreras, que hace todo mucho más delicado e insalubre.
No es lo mismo acumular a un grupo de gente en un circuito a las afueras de una gran ciudad que hacerlo en la propia urbe en una carrera urbana. Recordemos que en la Fórmula 1 el Gran Premio de Mónaco, que es el más parecido en espíritu a la Fórmula E, ha sido cancelado directamente, sin postergaciones.
En el caso de la Fórmula E, de momento están suspendidos los E-Prix de China, Italia, Francia, Corea del Sur e Indonesia. En principio, la siguiente cita que queda en pie es la de Alemania, que se debería disputar en los aledaños de Berlín el día 21 de junio. Después, quedan por delante una cita en Nueva York el 11 de julio y la doble del 25 y 26 de julio en Londres, que sería la clausura.
Los problemas son varios. Ni que decir tiene que parece muy improbable, por no decir imposible, que el 11 de julio se dispute una carrera urbana en Nueva York. También la de Berlín, que se dispute en el aeropuerto Tempelhof, arroja ciertas dudas. Al menos, la Fórmula E espera poder recuperar pronto la carrera en Sanya, ya que circuito chino que ya ha abierto sus puertas. Pero las fronteras siguen ahí.
Además, la Fórmula E acarrea con un problema especial. Por su formato, corren al revés que los grandes mundiales. Es decir, hacen una temporada que abarca dos años. En este caso, estamos en la 2019/2020, y en el mes de octubre o noviembre debería empezar una nueva temporada, la 2020/2021.
Puede parecer una buena oportunidad para ir a temporada por año, pero es que, a diferencia del WEC, la Fórmula E usa este sistema de forma premeditada para ir a contra tiempo y ganar atención. Además, la próxima temporada es importantísima para la Fórmula E, ya que será la primera con estatus de mundial. Hay que mimar a la 2020/2021, aunque sea a costa del final de ésta.
De momento, la Fórmula E ya ha comenzado a introducir medidas para amortiguar el golpe económico que va a recibir por la crisis del coronavirus. Lo más importante es que han retrasado la entrada de sus nuevos coches, los Gen2 Evo, hasta la temporada 2021/2022 para así reducir gastos durante unos meses.
Every Formula E race ever - for free! Head to https://t.co/bg4GrOpb2d for the full list and join us on Sunday for a watchalong of the rain-drenched 2019 #ParisEPrix pic.twitter.com/z3bhotQ5Y0
— ABB Formula E (@FIAFormulaE) April 8, 2020
En general, se busca reducir costes para evitar que las marcas y los equipos privados se replanteen su aventura en la Fórmula E. No sería de extrañar incluso que se acabe la temporada tal y como está, con Antonio Félix da Costa y el Techeetah chino proclamados campeones. Se intentará correr, pero el objetivo es salvar el primer mundial de coches eléctricos.
Que las 500 millas de Indianápolis se disputen en agosto con público parece muy optimista
Una situación totalmente diferente a los anteriores vive la IndyCar, el único campeonato de la lista que no es un mundial. La competición automovilística local más importante del mundo cuenta con la ventaja de no tener que lidiar con fronteras entre países pero con el inconveniente del retraso y, sobre todo, la gran afección que tiene el COVID-19 en Estados Unidos.
La IndyCar de momento no se está andando con medias tintas. Ha cancelado todas las carreras que tenía al principio del campeonato salvo una, las 500 millas de Indianápolis. Así pues, no habrá este año monoplazas de la IndyCar en Alabama, Long Beach, Detroit y Austin. La única que queda sin fecha fija, además de la Indy500, es la cita de St. Petersburg.
Las 500 millas de Indianápolis están previstas ahora para el 23 de agosto, una fecha que seguramente es bastante optimista si el objetivo es disputarla con público. Solo quedan cuatro meses, mientras que China va a tardar más de cinco en organizar una carrera mucho más pequeña en la que haya aficionados. Y eso con muchos menos casos que Estados Unidos.
Además, el problema de fronteras, aunque en menor medida, también existe. Aunque todos los equipos son estadounidenses, muchos protagonistas tendrán que viajar desde fuera, como por ejemplo Fernando Alonso. Correr a puerta cerrada parece factible, pero choca frontalmente con la filosofía de deporte y espectáculo americana.
Lo que sí parece muy difícil es que el 6 de junio la IndyCar pueda comenzar su temporada en Texas, aunque de momento es la primera cita que se mantiene en pie en el calendario. Si se cumple lo establecido por el campeonato americano, en la IndyCar se mantendrían quince carreras, porque Iowa y Laguna Seca serán citas dobles.
Recordemos que esta temporada de la IndyCar ha levantado bastante interés en España no solo por la participación puntual de Alonso en Indianápolis, sino porque el joven Alex Palou, un barcelonés de 23 años, va a correr la temporada completa con el Dale Coyne Racing. Si lo hace bien, podría ser su pasaporte a la Fórmula 1.
Las 24 horas de Nürburgring y el Festival de Goodwood, también suspendidos
Fuera de las grandes competiciones también el coronavirus está pasando factura. Por ejemplo, en la NASCAR americana ya han tenido que suspender ocho eventos que es más que obvio que no se van a poder recuperar viendo el calendario. Lo mismo pasa con IMSA, la categoría de resistencia americana, que ya ha cancelado Long Beach.
Las 24 horas de Nürburgring, otro clásico de la velocidad, también han cambiado de fecha. Pasan de estar previstas para el fin de semana del 21 al 24 de mayo a disputarse del 24 al 27 de septiembre. Otro evento típico europeo, el Festival de la Velocidad de Goodwood, ya no será en julio. De momento no tiene nueva fecha. Así está la cosa en plena pandemia del coronavirus.
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