A veces tenemos las cosas delante y no nos damos cuenta. Es aquello de los árboles y el bosque, y también eso otro de que cualquier tiempo pasado fue siempre mejor. El automovilismo español siempre ha sido de lobos solitarios, de aquel Carlos Sainz que ganó dos mundiales de Rallyes a principios de los '90 o del Fernando Alonso que hizo lo propio en la Fórmula 1 a mediados de los 2000.
Sin embargo estos últimos años nos están trayendo épocas de brillantez sobre cuatro ruedas de la que conviene disfrutar, porque puede ser efímera. Los grandes campeones, Sainz y Alonso, siguen en activo, pero una nueva generación ha llegado ya a la élite y hay una tercera que podría llegar a dar el relevo.
Más allá de la Fórmula 1, Palou lidera la IndyCar, Sordo gana en el WRC y Sainz domina el Dakar
Sí, ahora no hay ningún piloto español luchando por ganar la Fórmula 1 y el WRC, y eso nos sabe a poco porque Alonso y Sainz nos acostumbraron al caviar. Pero conviene no despreciar lo que está pasando en ambas categorías, porque sigue siendo una excepcionalidad histórica dentro del automovilismo español.
Carlos Sainz, el hijo, ha llegado a Ferrari procedente de McLaren, a donde llegó desde Renault. A sus 26 años, ya ha pasado por casi todas las grandes marcas de la Fórmula 1 y lleva tres podios en el mundial, el último hace solo unas semanas con Ferrari y en Mónaco. Está demostrando que no tiene mucho que envidiarle a una de las mayores promesas de la Fórmula 1, Charles Leclerc.
Y Alonso ahí sigue, a las puertas de los 40 años y luchando por puntuar en cada carrera de Fórmula 1 con su Alpine. De hecho, lo habitual es que tanto Sainz como Alonso puntúen en cada carrera, algo añorado en épocas en las que Marc Gené y Pedro de la Rosa se peleaban con coches del fondo de la parrilla. Y veremos qué pasa con el cambio de reglamento.
En el WRC está Dani Sordo consolidado como un piloto veterano fiable, que de hecho atraviesa el mejor momento de su andadura en el mundial de rallyes. Ha ganado dos pruebas en los dos últimos años, y esta temporada ya lleva un podio con su Hyundai i20. Cuidado, porque Toyota, el equipo campeón, está llamando a su puerta. Y vienen Nils Solans y Pepe López.
Es decir, el papel en las dos categorías con más tradición en España está siendo bueno, lejos de los picos de Alonso y Sainz padre, pero consistente. Por sí mismo no sería suficiente para hablar de una segunda época dorada del automovilismo español, pero si ampliamos las miras nos daremos cuenta de lo que nos rodea.
Two-time winner. Championship leader. @alexpalou is having himself a day. #INDYCAR // #REVGroupGP // @roadamerica pic.twitter.com/ydbLB2WK83
— NTT INDYCAR SERIES (@IndyCar) June 20, 2021
Álex Palou está impresionando en los Estados Unidos. Corriendo en Chip Ganassi, el equipo de referencia de la IndyCar, va líder del certamen después de haber ganado dos carreras esta temporada. Y rozó el triunfo en las 500 millas de Indianápolis, en las que acabó segundo a rebufo de Helio Castroneves.
Si tener a un español peleando por ganar la IndyCar es poco, echemos un vistazo al WEC. Fernando Alonso, otra vez él, se proclamó campeón del mundo en 2019 y ganó en dos ocasiones las 24 Horas de Le Mans. Además, también se apuntó el triunfo en las míticas 24 Horas de Daytona. Ofertas no le faltarán para regresar al WEC de los hiperdeportivos.
Nos faltan los raids, donde Carlos Sainz padre sigue dando guerra. Ganó su tercer Dakar en 2020, y también lo había hecho previamente en 2018. Ahora acaba de fichar por Audi para intentarlo con un todoterreno híbrido y con una cuarta marca diferente, y de paso también hace sus pinitos en la Extreme E.
Incluso en el karting, hace no tanto, en 2016, Pedro Hiltbrand se proclamó campeón del mundo. Faltaría la Fórmula E, una categoría organizada por Alejandro Agag pero en la que la representación española no termina de cuajar. En todo lo demás, el palmarés de los competidores en los últimos años es asombroso.
Por coger el último lustro, el que incluye de 2016 a 2021, estaríamos hablando de tres podios de Fórmula 1, dos victorias en el WRC, un mundial de resistencia, dos Dakar, dos 24 Horas de Le Mans y una de Daytona, un mundial de karting y dos victorias en la IndyCar con un campeonato que se está cociendo a fuego lento en el horno. Lástima de esas 500 millas de Indianápolis.
Pero el palmarés en cinco años es asombroso, y visto con perspectiva lo mejor es que junto a los viejos dinosaurios como Carlos Sainz padre o Fernando Alonso, ya conviven gente madura y asentada en sus categorías como Carlos Sainz hijo o Álex Palou, que podría convertirse en un titán de la IndyCar. Además, Sordo está con esta sorprendente segunda juventud.
Por detrás, en la Fórmula Regional sigue llamando la atención David Vidales, que ganó una carrera en Imola, aunque corriendo en Prema debería subir el nivel si quiere aprovechar la oportunidad. Con él comparte categoría Mari Boya, de 17 años, que está teniendo una buena regularidad. Hay pasado, hay presente y parece que también futuro para el automovilismo español.
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