El Museo de las 24 Horas de Le Mans es una cita obligatoria, pero si no puedes ir aquí tienes 143 fotos para disfrutarlo

Viajar hasta Le Mans y no visitar el Museo de las 24 Horas de Le Mans es una verdadera lástima. Por eso, aunque fuera en una escapada rápida mientras los pilotos se peleaban por ver qué equipo rompía más coches, no podía yo dejar pasar este momento. Y huí con la cámara preparada, abriéndome paso entre toda esa multitud que va a Le Mans a cualquier cosa menos a mirar la carrera.

El Museo de las 24 Horas de Le Mans abrió sus puertas en 1961. En aquel entonces, el edificio se encontraba en mitad del circuito de La Sarthe. Sin embargo, su crecimiento obligó a trasladarlo hasta unas instalaciones que quedan junto a la entrada principal del circuito. Desde 1991 se muestra en ese emplazamiento una vasta selección de automóviles de todas las épocas.

De hecho, los responsables del Museo no dudan en explicar que Le Mans quedó ligado para siempre jamás a la figura del automóvil desde que Amédée Bollée se trasladó a esa localidad de la región de Países del Loira. Fue allí donde Bollée fabricó su primer vehículo para personas, en 1873: l'Obéissante.

Por desgracia, l'Obéissante no se encuentra en el Museo de las 24 Horas de Le Mans, sino en el Museo de Artes y Oficios de París. En cambio, sí tenemos una nutrida representación de los primeros artefactos rodantes motorizados que asustaron y maravillaron a los ciudadanos franceses.

No faltan las réplicas a escala de los modelos ganadores de las 24 Horas de Le Mans durante todo el siglo XX. Desde 1923, cuando se llevaron a cabo las primeras 24 Horas de Le Mans, la zona comenzó a hacerse un verdadero nombre en el mundo del Automovilismo.

La entrada de adultos al Museo de las 24 Horas de Le Mans cuesta 12 euros, 8 euros para miembros del ACO, 5 euros para chavales de 12 a 18 años, y es gratuita para niños de edades inferiores a 12 años. Cuando tienen lugar las 24 Horas de Le Mans, la entrada al Museo está incluida en la entrada general a la carrera.

Inicios: años 20 y 30

Debía de ser todo un espectáculo ver aquellas máquinas rodando por las carreteras de La Sarthe. Las competiciones se sucedían en media Europa como un medio de dar a conocer las posibilidades técnicas de los automóviles. Resulta muy interesante dar un paseo entre aquellos artefactos que nos convencen, una vez más, de que quienes se atrevían a competir con ellos eran unos verdaderos héroes del volante.

Crecimiento: años 40 a 60

Sí, el Citroën Traction Avant data de 1934, pero representa a la perfección la idea de esa etapa de crecimiento que vive el mundo del Automóvil en Le Mans durante la mitad del siglo XX. Dejamos atrás la época de coches intrépidos rodando en lo que podría ser 'La carrera del siglo", de Blake Edwards, y pasamos a una nueva era, en la que los automóviles se separan de la imagen de carro de bueyes motorizado y pasan a tener una imagen distintiva como vehículos.

Madurez: años 70 a 10

Y es en los años 70, 80, 90, y por supuesto en los albores del siglo XXI, cuando los automóviles dan un salto definitivo al futuro. El trabajo de la aerodinámica compite en precisión con el trabajo realizado en los chasis, en los motores, en la dirección, en la suspensión y en el frenado. Aquella actividad que se asemejaba a un extraño experimento de aventureros se han profesionalizado hasta tal punto que los coches de Le Mans adquieren personalidad propia.

Exposición temporal en el Museo de las 24 Horas de Le Mans: 'Le Mans 1967: Un Grand Prix d’exception'

La exposición temporal 'Le Mans 1967: Un Grand Prix d’exception' mostrará, hasta el próximo 31 de agosto, los automóviles utilizados en una insólita competición que tuvo lugar en La Sarthe hace ahora 50 años. De hecho, fue la única carrera de Fórmula 1 que se celebró en el Circuito de Bugatti, en el interior del enorme complejo automovilístico de Le Mans. Aquel Gran Premio de Francia se encuentra ahora presente en inmortalizado en una sala de 300 m², donde los visitantes puede leer toda la información sobre aquel acontecimiento único.

Los gastos correspondientes al viaje y la estancia en Le Mans, y la gestión de las entradas de Motorpasión al circuito de La Sarthe han sido asumidos por Toyota. Tradicionalmente, las marcas que participan en las 24 Horas de Le Mans se reparten los gastos de los periodistas españoles invitados al evento. En esta edición han sido Porsche, Toyota y Ford las marcas que han sufragado esos costes. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

En Motorpasión | La otra cara de las 24 Horas de Le Mans: cuando la resistencia trasciende la pista de La Sarthe

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