Terminó la aventura de Carlos Sainz y Lucas Cruz por Sudamérica. Los flamantes Campeones del Dakar ya han llegado a España, donde han sido recibidos por un multitudinario grupo de aficionados y medios de comunicación a los que no han dudado en atender a pesar del largo viaje desde Argentina.
En el que ha sido uno de los Dakar más duro de los últimos años, la dupla española consiguió mantener sus opciones hasta el último día evitando los problemas y atacando en los momentos más decisivos. Sainz se ha mostrado agradecido con el apoyo recibido durante la prueba y orgulloso del triunfo, tras cuatro años de duro trabajo en el que la recompensa se la habían llevado otros.
"Hemos conseguido una victoria en el Dakar más díficil de todos los que he disputado, incluso de los dos que hice en África. Cada día pensabamos que lo más difícil había pasado, pero ha sido una carrera complicada en cuanto a las múltiples pruebas a las que nos hemos enfrentado. A excepción de un par de problemas que tuvimos, nos sonrió la suerte", Sainz.
Vuelta a la tradición, vuelta a la dureza
El Dakar 2018 ha sido uno de los más duros que se recuerdan. La organización se aplicó con el recorrido de la 40º edición del rally raid más duro del mundo, y tras años de críticas, consiguieron estar a la altura de lo esperado. La de este año, ha sido la décima participación para Carlos Sainz y para el español, no hay duda, El Dakar ha vuelto a su esencia.
"Nos ha ido sorprendiendo poco a poco. Al final del rally cuando el resto de pilotos nos felicitaban, lo hacían sabiendo lo que nos había costado llegar hasta ahí. Nadie mejor que ellos sabían lo que nos había costado llegar hasta allí. Han puesto al límite a los pilotos, copilotos e incluso las asistencias... Que es al final lo que es el espíritu del Dakar", Carlos.
Para los copilotos tampoco ha sido sencillo. Ellos han sido los encargados de guiar a sus pilotos y, aunque en ocasiones no se llevan todo el mérito que se merecen, son parte esencial en el día a día. Lucas Cruz no tuvo su mejor inicio del Dakar.
En las primeras jornadas sufrió mareos y vómitos a causa de los que Carlos tuvo que levantar el pie y por los que perdieron varios minutos. No obstante, ambos afirman que ambos encajan a la perfección, lo que facilita el trabajo.
"No ha sido una carrera fácil. Aunque le margen final haya sido tan grande, no ha reflejado la complejidad del Dakar. Los primeros días fueron complicados, no me encontré bien y eso, te desmoraliza. Pero esta carrera lo que tiene es te ayuda superar los malos momentos" Lucas.
Atacar en el momento adecuado
La estrategia de carrera ha sido clave para Sainz y Cruz. Desde el primer momento supieron mantener la calma en los momentos complicados y atacar, cuando había que hacerlo. Desde el momento en el que asumieron el liderato, tuvieron que encontrar el difícil equilibrio entre tiempo y ritmo, para no ceder demasiados minutos, pero tampoco asumir grandes riesgos.
"Sabíamos que teníamos mucha ventaja, pero aún quedaba mucho. ¡Menos mal que en ese momento no sabíamos lo que nos esperaba! Creíamos que a partir de entonces iba a ser más fácil. De haberlo sabido..." Carlos.
La etapa clave del Dakar 2018 para Carlos fue la de Fiambalá. Allí había tenido que retirarse antes y esos tramos cronometrados presentaban una dificultad especial.
"Una de las etapas más complicadas fue la Fiambalá. En 2009 iba primero y un error de navegación y buscando un waypoint terminamos cayendo en un río. Este año cuando llegamos a esta etapa, decidimos que había que conseguirlo como fuese", Carlos.
La victoria más dulce
Después de cuatro años de trabajo junto a Peugeot, la victoria de 2018 ha sido la justa recompensa a las numerosas horas invertidas en el desarrollo de los coches.
"Ha sido mi victoria más especial hasta el momento. Por todo el esfuerzo que hay detrás y sobre todo por la edición. La victoria anterior fue la más ajustada de la historia, pero esta vez ha sido especial", Carlos.