Tras los nuevos Opel Crossland y Opel Mokka, le tocaba el turno al hermano mayor de la familia SUV del rayo: el Opel Grandland acaba de actualizarse estrenando nueva estética, más tecnología y nuevos elementos de confort. Todo para no perder comba y seguir compitiendo en la categoría más vendida de España. Y ya nos hemos puesto a sus mandos.
En esta nueva entrega, que también pierde la X en su denominación, mantiene las mecánicas ya conocidas, aunque desaparecen las térmicas de 180 CV ofrecidas en el modelo saliente: su gama se articula en dos opciones de combustión, gasolina y diésel de 130 CV, y otras dos híbridas enchufables, de 225 CV y 300 CV, con etiqueta CERO.
Tres son los acabados en los que se ofrece en cualquiera de las motorizaciones: el de acceso Business Edition (solo el PHEV de 300 CV se queda fuera de esta opción), el GS Line y el tope de gama Ultimate, que es nuevo en su familia.
El nuevo Opel Grandland ya puede configurarse en España en todas sus versiones, aunque las primeras entregas comenzarán en el primer trimestre de 2022. A los concesionarios, las primeras unidades llegarán en febrero del próximo año.
Las novedades del Opel Grandland 2022
El SUV compacto de Opel gana enteros con esta renovación gracias a la aportación tecnológica, pero también a su estética renovada basada en el nuevo lenguaje de la marca, aportando frescura a este modelo estrenado en 2017 y que aún se sitúa en su primera generación.
Nueva cara. Los cambios a nivel exterior se centran principalmente en el frontal con la incorporación del diseño Opel Vizor, presente en todos los últimos estrenos de la marca, y materializado en una delgada parrilla de una única pieza en negro brillante de policarbonato que integra unas ópticas más delgadas y avanzadas.
Asimismo cambian las defensas, con una entrada de aire más delgada en la zona inferior, así como otras laterales más estilizadas y verticales. Así, y pese a que mantiene las mismas dimensiones, parece más ancho y ofrece una impronta más moderna y atractiva.
En la zaga los cambios son menores: los faros estrenan nueva firma lumínica y ahora la denominación del coche pasa a dominar el portón trasero.
Faros matriciales. El nuevo Opel Grandland puede equipar las ópticas más avanzadas de la marca los Intelli-Lux LED Pixel adaptativos formados por 168 diodos LED (84 por faro), que se adaptan a lo que nos encontramos en la carretera, anticipándose e iluminando cruces o giros, además de combinar automáticamente luces cortas y largas.
Interior digital. El Grandland se moderniza y gana en calidad percibida con la incorporación del Pure Panel, que integra dos pantallas unidas por un mismo marco: una instrumentación digital y el display multimedia. Éste está presente en cualquiera de las versiones, aunque a dos tamaños: en el acabado más básico ambas son de siete pulgadas, mientras que desde el segundo acabado son de 12 y 10 pulgadas respectivamente.
Visión nocturna. El SUV compacto es el primer coche de Opel que estrena el sistema Night Vision, una tecnología basada en una cámara infrarroja alojada tras la parrilla Opel Vizor y que detecta a 100 metros tanto peatones, como usuarios vulnerables o animales. Los mismos se muestran en la instrumentación y alertan anticipadamente de su presencia al conductor.
Asientos ergonómicos. En esta nueva entrega incluye los asientos AGR, con una amplia variedad de ajustes según versión, desde la inclinación eléctrica del asiento hasta el apoyo lumbar electroneumático pasando por la función memoria. Son opcionales en todos los acabados, excepto en el tope de gama Ultimate, van revestidos en cuero o Alcantara y pueden dotarse de bondades como calefacción o ventilación.
Más tecnología de asistencia. Si bien mantiene todos sus sistemas de seguridad activa, añade el asistente de integración en la carretera, que suma el guiado y centrado de carril operando en conjunto con el control de crucero adaptativo con función stop & go, capaz de reanudar la marcha tras una detención y especialmente útil en atascos.
Idéntica habitabilidad, con menos maletero para los PHEV
El nuevo Opel Grandland mantiene dimensiones por lo que no hay cambios en lo que toca a la habitabilidad, que es idéntica en las versiones térmicas y en las híbrida enchufables, excepto en capacidad del maletero.
|
longitud |
anchura |
altura |
batalla |
maletero |
---|---|---|---|---|---|
opel grandland 2022 |
4.477 mm |
1.906 mm |
1.609 mm |
2.675 mm |
514 l (1.652 l) / 390 l (1.528 l) |
La fila trasera de asientos ofrece un más que notable espacio para las rodillas incluso en su posición más retrasada y son bastante cómodos, aunque hay una gran diferencia respecto a la fila delantera si lleva equipada los asientos AGR.
Además, dado que el techo se inclina a partir del pilar C, también disfruta de un amplio margen para las cabezas, lo que permite que pasajeros con una altura de unos 1,80 m no lleguen a rozar el techo.
En cuanto al maletero, en el caso de las variantes híbridas enchufables pierde volumen, pues desaparece el doble fondo por la integración de la batería. Pese a ello, ofrece casi 400 litros y es bastante profundo desde la boca del maletero, aunque no encontramos los clásicos huecos tras los pasos de rueda traseros.
En los térmicos, permite mover la pieza íntegra del fondo en dos posiciones, llegando hasta los mencionados 514 litros, en los que asimismo se incluyen los dos huecos que no ofrecen los PHEV.
No faltan tampoco espacios portaobjetos en el habitáculo, que tampoco varían respecto al Grandland saliente: con un hueco más que profundo para el móvil bajo el túnel central (que puede equiparse con carga inalámbrica), dos generosos posavasos o un cofre central que es estrecho pero bastante profundo.
Conduciendo el nuevo Opel Grandland
Al ponernos a sus mandos, y si lo comparamos con el anterior Opel Grandland, el salto de modernidad es notable gracias al Pure Panel. Las esferas analógicas quedan sustituidas por una gran pantalla que ofrece una visión excelente tras el volante. Al menos en el caso de la de 12 pulgadas, que era la que equipaba la versión que probamos.
Ofrece varias configuraciones, que podemos manejar desde el volante, integrando la navegación, los sistemas de asistencia o por ejemplo un mix entre los datos de conducción y el navegador. Así, en el caso de activar el GPS, evita que tengamos que desplazar la vista hacia el display multimedia pues "pinta" lo mismo que ésta, e incluso a más tamaño si no se opta por la apantalla partida.
Y tal y como prometen los asientos AGR son excepcionalmente cómodos, recogiendo a la perfección toda la espalda y ofreciendo una postura erguida pero confortable.
Las suspensiones son bastante rígidas, pero no incómodas y absorben muy bien la irregularidades del terreno, permitiendo acometer badenes bastante rápido. En general este SUV es muy cómodo en marcha y no acusa de bamboleo alguno al tomar giros o curvas pronunciadas, siendo mínimo al pasar resaltos.
Dos han sido las versiones que hemos probado: el híbrido enchufable de 225 CV y el diésel de 130 CV, ambos con cambio automático, y en una ruta casi al completo por carretera convencional excepto alguna travesía.
Empezando por el PHEV, y pese a que es el híbrido enchufable menos potente de la gama, sus 225 CV ya son mucho más que suficientes para mover a este SUV. Si hundimos el pie en el acelerador responde rápido y con brío. En rectas da la sensación de ganar velocidad rápidamente pese a que sobre el papel esta variante firma el 0-100 en 8,9 segundos.
Este Opel Grandland PHEV combina un propulsor gasolina de 1.6 litros turbo de 180 CV con uno eléctrico de 81 kW (110 CV) que va acoplado la caja de cambios. Es tracción delantera, a diferencia del Hybrid4 de 300 CV que no pudimos catar. Ofrece tres modos de conducción: Hybrid, Electric y Sport.
La ruta que hicimos incluía zonas bastante reviradas, donde acusa más el peso en la zona trasera respecto al térmico al equipar tras el eje trasero la batería de 13,2 kWh. No obstante, se desenvuelve bien incluso en tramos exigentes.
Por su parte, el diésel de 130 CV si bien no se queda corto, sí que apreciamos una marcada diferencia en cuanto a respuesta respecto al híbrido de 225 CV, aunque claro estamos hablando de casi 100 CV menos. Además es bastante ruidoso si se compara con el bloque de gasolina de las versiones híbridas. Por el contrario, se muestra más ágil en giros y curvas cerradas.
En lo que respecta al consumo, la brecha es considerable. Las dos rutas que hicimos fueron muy similares con las dos versiones y haciendo una conducción normal, sin cortarnos a la hora de acelerar con ambos.
Y con el PHEV de 225 CV, con el modo Hybrid siempre seleccionado, conseguimos un consumo de 3,6 l/100 km. Y eso que no jugamos con el modo eléctrico puro, más pensado para ciudad. También es cierto que no salimos a autovía con él, que es donde más se eleva el consumo en estas mecánicas.
El Opel Grandland híbrido de 225 CV promete en ciclo mixto un consumo de entre 1,8 y 1,3 l/100 km, mientras que las emisiones homologadas son de entre 41 y 29 g/km de CO₂ (WLTP). En modo eléctrico puede circular a una velocidad máxima de 135 km/h y en híbrido alcanza una punta de 225 km/h. Su autonomía eléctrica se fija en un máximo de 64 km.
Por su parte, con el de gasóleo, seleccionando los modos Drive y Sport dado el trazado, registramos 7,3 l/100 km. Bien es cierto que el régimen de revoluciones es más elevado en éstos (cambia en ambos o cerca de las 3.000 vueltas o superándolas) que en el modo Eco, pues esta opción cambia de marcha incluso por debajo de las 2.000 rpm. Aunque así pierde capacidad de respuesta.
Es decir , que se puede conseguir que sea más ajustado y que se acerque más a los 5,9 o 4,9 l/100 km que homologa en ciclo WLTP.
En definitiva, el Opel Grandland promete ser un coche cómodo tanto para largos viajes como para trayectos cortos y urbanos. Además, tiene un buen radio de giro, lo que favorece las maniobras.
Todo sumado a las bondades propias de los SUV, como el puesto de conducción más elevado, así como una altura que facilita el acceso a las plazas traseras o para operar sobre una sillita de retención infantil.
Nos hemos quedado con las ganas de probar el control de crucero adaptativo, pues dadas las características de la ruta, en la que no encontramos tráfico alguno, no tenía mucho sentido. Sea como fuere este sistema puede regularse desde el volante, así como la distancia a la que reduce velocidad con el vehículo precedente.
Tampoco catamos el sistema de visión nocturna, ya que lo hemos conducido de día.
El equipamiento más interesante en la versión más cara o en extras
Ya desde el acabado más básico Business Edition, que si bien está enfocado a empresas está disponible asimismo para particulares, dispone de serie del Pure Panel (con las dos pantallas de siete pulgadas), llantas de 17 pulgadas, faros EcoLED, sensores de aparcamiento traseros y delanteros, sensor de lluvia o cámara trasera de 180º, entre sus bondades más destacadas.
No obstante, la gama para particulares comienza propiamente en el GS Line, que suma sin sobreprecio llantas de 18 pulgadas, elementos distintivos en negro brillante para la carrocería, techo en negro (bitono), el Pure Panel de pantallas más grandes (12 y 10 pulgadas), faros EcoLED, lunetas oscurecidas, sensores de aparcamiento delante y detrás o sensor de lluvia.
El Opel Grandland más completo es el Ultimate, que ya viene con la mayoría de sus bondades de serie. Además del Pure Panel más grande incluye los faros delanteros matriciales Intelli-Lux LED Pixel o los asientos AGR calefactados y ventilados (en Alcantara y cuero), aparte de añadir la carga inalámbrica para smartphones, el volante calefactado o la apertura y arranque sin llave.
El Ultimate también es el único que incluye todos los sistemas de asistencia que en el resto de acabados siempre se puede seleccionar como pack extra (el Safety Pack que cuesta 660 euros).
Entre sus tecnologías encontramos control de crucero adaptativo con función stop & go, el control automático de luces (largas cortas), la frenada de emergencia (con detector de peatones), la alerta activa por cambio de carril involuntario, la alerta de fatiga o el detector de señales de tráfico.
Sin embargo, siempre es opcional el nuevo sistema de guiado activo de carril para el control de crucero adaptativo, el Night Vision (1.250 euros), la cámara panorámica 360º y el asistente autónomo de aparcamiento (integrados en el Pack Park & Go de 1.110 euros) o el portón del maletero con apertura manos libres (315 euros).
Además, los asientos AGR, así como los Intelli-Lux LED (1.100 euros) pueden sumarse como extras al equipamiento de los Business Plus y GS Line, integrados en diferentes packs.
Precios para España del nuevo Opel Grandland
La inyección de tecnología y equipamiento ha encarecido al Opel Grandland si tenemos en cuenta que básicamente es el mismo coche más allá del nuevo diseño frontal: antes con descuentos arrancaba en unos 22.200 euros y ahora hace los propio en cerca 28.000 euros, aunque se trata del precio de tarifa.
No obstante, Opel ofrece opciones interesantes como el renting para particulares, una fórmula que permite bajar su coste pues lleva aparejados descuentos. En acabado Business Plus, con motor gasolina de 130 CV y con caja manual arranca en los 23.600 euros mientras que el PHEV de 225 CV, en la misma versión, hace lo propio en los 34.600 euros.
En ambos casos no implica cuota de entrada y supone o 300 euros o 275 euros mensuales respectivamente. El híbrido enchufable incluye en este precio además de campañas los incentivos del plan MOVES III, que son de en su caso de 2.500 euros o 5.000 euros dependiendo de si se achatarra un vehículo antiguo o no.
De ahí que la diferencia sea de 10.000 euros respecto al PVP, ya que la bonificación de renting está en torno a los 4.500 euros.
Precios gasolina y diésel
|
combustible |
cambio |
precio |
---|---|---|---|
Opel grandland 1.2 turbo 130 CV mt6 business edition |
Gasolina |
Manual |
28.073 euros |
OPEL GRANDLAND 1.5 CDTi 130 CV aut8 BUSINESS EDITION |
Diésel |
Automático |
31.634 euros |
OPEL GRANDLAND 1.2 TURBO 130 CV MT6 GS Line |
Gasolina |
Manual |
29.517 euros |
OPEL GRANDLAND 1.2 TURBO 130 CV AUT8 GS Line |
Gasolina |
Automático |
32.876 euros |
OPEL GRANDLAND 1.5 CDTI 130 CV AUT8 GS Line |
Diésel |
Automático |
33.077 euros |
OPEL GRANDLAND 1.2 TURBO 130 CV MT6 ultimate |
Gasolina |
Manual |
32.981 euros |
OPEL GRANDLAND 1.2 TURBO 130 CV AUT8 ULTIMATE |
Gasolina |
Automático |
36.476 euros |
OPEL GRANDLAND 1.5 CDTI 130 CV AUT8 ULTIMATE |
Diésel |
Automático |
36.541 euros |
Precios híbrido enchufable
|
tracción |
precio |
---|---|---|
OPEL GRANDLAND phev 225 Cv business edition |
Delantera |
44.050 euros |
OPEL GRANDLAND PHEV 225 CV GS line |
Delantera |
45.050 euros |
OPEL GRANDLAND PHEV 300 CV gs line |
Total |
50.550 euros |
OPEL GRANDLAND PHEV 225 CV ultimate |
Delantera |
47.850 euros |
OPEL GRANDLAND PHEV 300 CV ULTIMATE |
Total |
53.350 euros |
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