El Mercedes-Benz C 63 AMG Black Series es uno de los coches con un sonido más bonito de cuantos hay en el mercado. Aun así, algunos propietarios quieren dar la nota más de la cuenta y por eso recuerren a escapes opcionales que intensifican el ruido y en algunos casos mejoran las prestaciones.
Ese el caso de nuestro protagonista gamberro del día, este Mercedes-Benz C 63 AMG Black Series que descansa habitualmente en un garaje del centro de Londres con sus escapes IPE. Su dueño se había levantado con el día juguetón, así que se dedicó durante unos minutos a recorrer el aparcamiento provocando un auténtico estruendo con los escapes, antes de hacer un burn out final que hizo saltar la alarma de incendios...
Lo dicho, poco más hay que decir al respecto salvo que tras el burn out en la puerta de salida a la calle, el humo se coló por el túnel de salida creando una intensa niebla de goma quemada, típicamente londinense. No tardaron en saltar las alarmas de incendios, provocando como es lógico la preocupación entre los guardias de seguridad que tal vez pensaron que alguno de los Ferrari 430 que descansaban en la planta de arriba había prendido fuego.
Vía | GT Spirit