Ya se conoce cómo es la berlina más deportiva de Mercedes-Benz en el segmento E. El corazón del E 63 AMG es un 6.2 V8 atmosférico de 525 CV y 630 Nm a las ruedas traseras, el mismo que el SL 63 AMG. Se empezará a vender en agosto.
El post se ha retrasado un poco porque nos quedamos sin gasolina antes de llegar a portada y tuvimos que empujarlo. A decir verdad, el E 63 AMG no es un modelo muy gastón si lo comparamos con sus rivales o si conocemos su potencia y prestaciones. Consume 12,6 l/100 km, respetando límites legales tiene una autonomía de unos 635 km.
La velocidad máxima está autolimitada a 250 km/h, como es habitual, y el 0-100 se hace en muy poco tiempo, 4,5 segundos. No es un coche para viejos, es una berlina superdeportiva para tíos con un par de p…
Cambios en exterior e interior
Se diferencia de cualquier Clase E en varios aspectos. Exteriormente tiene un paragolpes más bajo con tomas de aire sobredimensionadas. Las luces diurnas de diodos LED son de serie y en los laterales tiene unas aletas 17 mm más anchas con el logotipo “6.3 AMG”, aunque el motor es un 6.2. Los faldones y el paragolpes trasero con difusor son exlusivos del AMG.
Los neumáticos deportivos tienen dimensiones 255/40 R18 delante y 285/35 R18 detrás, con potentes frenos de disco perforados y ventilados de 360 mm de diámetro. Opcionalmente puede tener neumáticos 255/35 R19 delante y 285/30 R19 detrás para arrugar el asfalto con su colección de caballos. Tiene cuatro tubos de escape.
Por dentro tiene unos asientos diferentes, de corte más deportivo. Encontramos detalles exclusivos del AMG en el umbral de las puertas y en el tablero de instrumentos, que nos informa del programa de ESP seleccionado. Junto a la palanca de cambios secuencial encontramos mandos adicionales para ajustar los programas de cambio de marchas, suspensión o ESP.
Mecánica
El motor 6.2 V8 tiene algunas modificaciones para ser más eficiente. El alternador se desconecta en las fases de aceleración, aprovechando la frenada y retención para generar energía. Además, la bomba de gasolina es de funcionamiento variable y ahorra algo de combustible en los cambios de marcha pisando a fondo, cortando la alimentación a algunos cilindros.
Su fuerza se transmite a una caja automática de siete velocidades, AMG Speedshift MCT, con embrague multidisco bañado en aceite. Tiene cuatro modos de funcionamiento, “C” (de Controlled Eficiency), “S” (deportivo), “S+” (superdeportivo) y “M” (manual mediante palanca o levas). La función “Race Start” permite acelerar al máximo desde parado para acojonar al personal. Puede saltarse marchas en reducciones fuertes.
El eje trasero no tiene autoblocante de serie, puede pedirse aparte y soporta un deslizamiento del 40%. Su control de estabilidad de serie puede desconectarse parcial o totalmente en función de las condiciones y experiencia del conductor, tiene tres modos. En cuanto a la suspensión (AMG Ride Control), es de amortiguación variable y tiene tres modos: confortable, deportivo y superdeportivo.
Frente a sus rivales
Se me ocurren estos modelos como los más parecidos en planteamiento y prestaciones: Audi RS6, BMW M5, Cadillac CTS-V, Jaguar XFR y Lexus IS-F. El nuevo E 63 AMG queda muy bien posicionado entre ellos, es lo menos que podemos esperar de su estirpe. En cuanto a potencia bruta el Audi es el que tiene mayor cuadra, 579 CV, seguido del Cadillac con 564 CV.
El CTS-V es el amo del 0-100 km/h, que realiza en 3,9 segundos. Además de ese, sólo el Audi RS6 iguala el dato de aceleración del Mercedes-Benz, los demás se quedarían en el retrovisor. Respecto a la velocidad punta, los alemanes están limitados a 250 km/h, el IS-F alcanza 280 km/h y el yankee alcanza 307 km/h.
Respecto al club de los más sedientos, el E 63 AMG se desmarca por su eficiencia. Su V8 atmosférico es austero, sólo gasta menos el Lexus IS-F (5.0 V8 423 CV, 11,4 l/100 km) y el Jaguar XFR (5.0 V8 310 510 CV, 12,5 l/100 km). Los otros alemanes y el americano ven penalizados sus consumos por el uso de sobrealimentación, motor V10, pesar casi dos toneladas o todo lo anterior.
No se conocen los precios, así que no se puede comparar el E 63 AMG con ellos todavía. El más caro, con diferencia, es el Audi RS6 (121.550 euros), y el más barato es el americano, roza los 80.000 euros. No entraré en cálculos de amortización de combustible porque eso seguramente os importa un pimiento.
Fuente | Mercedes-Benz
En MotorPasion | Mercedes-Benz Clase E 2010, AMG Sports Package para el Mercedes-Benz Clase E