Las compañías alemanas Bosch y Daimler anunciaron hace casi dos años la puesta en marcha de un proyecto de conducción autónoma en el parking del Museo Mercedes-Benz en Stuttgart, Alemania, y ahora las autoridades han aprobado el primer aparcamiento sin conductor ni supervisión humana.
Según ambos fabricantes, este sistema que será utilizado en el estacionamiento del museo es el primer aparcamiento automatizado de nivel 4 aprobado por las autoridades, en este caso las de Baden-Württemberg, el estado federado del suroeste del país en el que se encuentra Stuttgart.
Desde la puesta en marcha de este proyecto piloto en verano de 2017 (el desarrollo conjunto se remonta al año 2015), Bosch se ha encargado de suministrar la infraestructura y Daimler la tecnología de vehículos, que son Mercedes-Benz. Por supuesto, los vehículos se comunican con la propia infraestructura (Car-to-X).
Dado que no existe un proceso oficial de aprobación para este tipo de servicio, tanto la autoridad administrativa regional de Stuttgart como el Ministerio de Transporte de Baden-Württemberg, junto al servicio de inspección técnica TÜV Rheinland, supervisaron la seguridad del proyecto desde el principio (los sistemas de detección de obstáculos y peatones, por ejemplo).
Las compañías no han detallado quién utiliza este servicio, ya que se trata de un aparcamiento privado (¿para empleados, quizá?) y por tanto no está abierto al público. Desde 2018, eso sí, algunos visitantes -acompañados por personal de seguridad- han podido utilizar los coches del proyecto piloto para comprobar el funcionamiento del sistema.
¿Cómo funciona?
La idea detrás del proyecto, que en algún momento se querrá aplicar a usos reales, es que el conductor llegue al aparcamiento, deje el vehículo y, mediante una aplicación para smartphones, hacer que el coche conduzca de manera autónoma hasta una plaza libre de aparcamiento. Después, el vehículo regresa de igual forma hasta el punto de entrega.
El proceso está basado en la interacción del vehículo con la infraestructura inteligente del garaje, lo que permite guiar el coche hasta una plaza libre de manera segura. Bosch y Daimler aseguran que los coches pueden subir o bajar rampas para cambiar de planta en el garaje, por ejemplo, y son capaces de detectar obstáculos -como columnas u otros coches- y peatones.
Así pues, este proyecto piloto se lleva a cabo en un garaje privado de Mercedes-Benz, con sus propios coches y con sus propias tecnologías, pero supone una primera piedra en lo que respecta a este tipo de automatización.
