¿Cómo será el próximo Mazda2 (Demio en Japón)? Solo hay que fijarse en este prototipo, el Mazda Hazumi Concept. En lenguaje ultrabásico, es un Mazda3 más pequeño, pero con su propia personalidad. Como en los últimos lanzamientos de la marca, el lenguaje de diseño Kodo es el _leit motiv_.
Los diseñadores quisieron un coche que diese mucha sensación de movimiento, como un animal de presa agazapado. Fijaos en las proporciones, que no hay un solo ángulo recto... Mide 4,07 metros de largo, con una distancia entre ejes de 2.585 mm y tiene cinco puertas. ¿Será el Mazda2 ya solo cinco puertas? Puede.
Además del Kodo (alma del movimiento) incluye las tecnologías de eficiencia de la marca, SKYACTIV. Este prototipo tiene un motor 1.5 Diesel que cumple Euro 6 sin tratamiento de óxidos de nitrógeno, lo que significa que el motor tiene una combustión limpia por naturaleza. Este motor estará en modelos de serie pronto.
En el interior el prototipo solo tiene sitio para cuatro personas y está forrado de cuero. Lógicamente en el Mazda2 de serie no veremos todo eso, pero atentos al puesto del conductor, muy similar al del Mazda3, incluye también la visión por encima del volante (HUD), que puede acabar en el modelo de serie.
Además, una pantalla multimedia preside el salpicadero, simplificado de botones. Esto nos lleva a pensar en el sistema MZD Connect, así llama la marca al equipo de música con conectividad exterior y aplicaciones dedicadas que ya está en la calle. El Mazda2 es candidato a tener esto también, sobre todo con clientela moderna.
También se menciona la tecnología i-ACTIVSENSE, que es como llaman a la seguridad activa moderna. No detallan en qué consiste. Podemos pensar en aviso de vehículos en álgulo muerto, asistente de cambio de carril, frenado automático y ese tipo de cosas. El segmento B ya tiene varios coches con esta tecnología a la venta y Mazda no será menos.
Por cierto, Hazumi significa en japonés "salto" o "brote", no tiene nada que ver con el personaje del manga de una muchacha que va cortando en filetes a los malos, que dicho sea de paso, no lleva la hache.