La semana pasada Lamborghini presentó en el Salón de Ginebra el Veneno, un exagerado superdeportivo basado en el Lamborghini Aventador limitado a solo tres unidades y con un precio tan exagerado como los alerones y plásticos de su carrocería, ya que costará tres millones de euros más impuestos.
Es la segunda vez que Lamborghini presenta en el Salón de Ginebra un coche de estas características. El año pasado fue el Lamborghini Aventador J, un one-off exclusivo que descansa en algún garaje de Marbella. Pero ¿no son capaces de hacer algo distino para celebrar el 50 Aniversario de la marca?
Después de haber visto en persona el Lamborghini Veneno en el Salón de Ginebra, puedo asegurar que el coche es un auténtico despropósito, un coche vulgar si lo comparamos con los Ferrari LaFerrari o el McLaren P1 que lucían a solo unos metros de él.
No tiene ninguna novedad técnica destacada que se pueda comparar con el sistema híbrido del de Maranello o con el DRS del P1. En su lugar, solo han puesto alerones desproporcionados y unos bajos tan exagerados que hacen de él un coche casi imposible de conducir por cualquier ciudad normal.
Es cierto que sus cifras son impresionantes: el motor V12 de 6.5 litros de cilindrada desarrollará 750 caballos, acelerará de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y la velocidad máxima será de 355 km/h. Todo ello con tracción a las cuatro ruedas y un chasis de fibra de carbono.
Lo preocupante del tema es que esas cifras son casi idénticas a las consigue el Lamborghini Aventador, que con 50 caballos menos de potencia acelera de 0 a 100 km/h en 0,1 segundos más y alcanza exactamente la misma velocidad punta. Y lo hace sin un alerón desproporcionado dónde apoyar los halcones en las calles de Dubai.
Eso demuestra que el Veneno no es más que un coche sobredimensionado a base de imaginación y dudoso gusto. Lo que no discuto es que será todo un éxito. Es más, estoy seguro de que ya tienen vendidas las tres unidades que van a fabricar y también estoy seguro de que ocupará muchas portadas en las revistas de coches de todo el mundo esta semana.
Pero estoy seguro de que si Ferruccio Lamborghini levantase la cabeza, se tiraría de los pelos al ver hacia dónde avanza la marca que él creó, ahora en manos del Grupo Volkswagen. El año es muy largo y todavía están a tiempo de lanzar un modelo más acorde con lo que los auténticos devotos de Lambo esperaban. No olvidemos que el Murciélago fue el protagonista de su 40 aniversario. Si, era exagerado, pero nunca tanto como lo es el Veneno.
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