Nissan está inmersa en un profundo proceso de reorganización. La firma japonesa tras el cierre de Nissan Barcelona y la distribución de su pastel mundial de la mano de Renault faltaba saber qué iba a ocurrir con Infiniti, su marca de lujo.
A través de una entrevista concedida por Ashwani Gupta (jefe de operaciones de Nissan) a Automotive News, la firma pretende "volver a hacer grande a Infiniti", pero con el recorte de costes y homogeneización de su gama como premisas.
Plataformas compartidas y menos diferenciación
Hace unos meses y casi a modo de premonición, Infiniti abandonó su intención de competir en Europa relegándose a los mercados americano y asiáticos. La debacle progresiva en las cifras de ventas de Infiniti ha llevado a la firma de vender en Europa 12.811 unidades en 2016 a tan solo 6.250 unidades en 2019, y finalmente al destierro.
A partir de ahora Nissan pretende salvar a su marca premium y aunque seguirá fuera de las fronteras del viejo continente, parece que en Japón tienen un plan. Infiniti pasará a ser algo así como una Nissan-Plus, utilizando más tecnologías de la marca generalista y menos elementos propios específicos de la premium.
En principio tomarían plataformas utilizadas en Nissan como las de los actuales Altima y Maxima, además de los esquemas de hibridación e-Power, lo que supondría casi con total probabilidad la pérdida de todas o la mayoría de las plataformas de tracción trasera de Infiniti.
En Infiniti ya se han utilizado plataformas de Nissan con anterioridad, como con el Infiniti QX60 que se fabrica sobre una plataforma derivada del Nissan Pathfinder. Lo que sí seguirían haciendo sería aplicar a los Infiniti un lenguaje de diseño propio, motores con más potencia y acabados de mayor calidad, aunque quizá no tanta diferenciación sobre Nissan como hasta ahora.
El objetivo es crear una gama cuyos nuevos modelos deberían aterrizar en 2023 y con el punto de mira puesto en los mercados de Estados Unidos y China. En EEUU Infiniti tiene su mayor caladero con 117.708 unidades del total de 188.944 coches que la marca vendió en 2019, según datos de Automotive News. Lo que es innegable es que en el último lustro la firma está perdiendo ventas a nivel global y necesitan un cambio.
Este viraje en el rumbo de Infiniti también busca abaratar procesos, creando coches distinguidos pero sin incurrir en costes de desarrollo disparatados para una corporación que necesita apretarse el cinturón para mantenerse a flote.
De lo que no se ha hecho mención en las declaraciones de Gupta es si Infiniti sigue planeando la introducción de un modelo 100% eléctrico en su gama. Teóricamente la marca iba a lanzar un coche eléctrico en 2022 y electrificar toda su gama en 2025, pero los próximos lanzamientos son toda una incógnita, al menos de momento.
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