Las ambiciones del gigante de la telefonía móvil Xiaomi de lanzar una marca de coches podrían recibir un nuevo impulso gracias a la adquisición indirecta de NEVS, la antigua Saab. Según Reuters, Xiaomi podría estar interesada en adquirir una parte del gigante inmobiliario chino Evergrande Group, el cual posee NEVS, la marca sueca de coches eléctricos nacida de los restos de Saab.
La agencia de noticias, asegura que Evergrande está en conversaciones con Xiaomi y con empresas de inversión respaldadas por el estado chino acerca de la venta de una participación minoritaria en su unidad de automóviles Evergrande New Energy Vehicle.
La unidad de automoción incluye a NEVS, así como la propia marca de automóviles de Evergrande, Hengchi, que en abril presentó nada menos que nueve vehículos eléctricos. La unidad de automóviles de Evergrande también posee tres factorías en China, así como la antigua planta de Saab en Trollhättan, Suecia.
Evergrande reconoció en un comunicado estar en conversaciones preliminares para que Xiaomi se convierta en accionista, pero sin entrar en más detalles. Por su parte, Xiaomi ha confirmado que está en conversaciones con varios fabricantes de automóviles, pero que todavía no ha tomado una decisión sobre con cuál trabajar. Los principales rumores apuntan a Great Wall como el fabricante con más posibilidades de producir el primer Xiaomi eléctrico.
Xiaomi, que ya ha superado a Apple para convertirse en el segundo mayor fabricante de smartphones del mundo, anunció en marzo sus planes de invertir 10.000 millones de dólares en los próximos 10 años para desarrollar una marca de coches.
Conducción autónoma y fábricas propias
El CEO y fundador de Xiaomi, Lei Jun, ha dicho desde entonces que la empresa también quiere desarrollar la tecnología de conducción autónoma, una tecnología que NEVS lleva desarrollando desde hace varios años. Así, el interés de Xiaomi por NEVS estaría tanto en su capacidad productiva -infrautilizada- como en el desarrollo de la conducción autónoma.
Además, permitiría a Xiaomi tener un mayor control sobre el producto final (NEVS posee dos fabricantes de motores eléctricos, uno británico y otro holandés, y una compañía china de celdas de batería para coches eléctricos) sin depender de un subcontratista, sea Great Wall u otra marca china.
Y guinda sobre el pastel, contaría con una factoría ya instalada en suelo europeo con la que poner pie en el mercado más competitivo y prestigioso del mundo, aunque no sea el más grande por volumen.
En medio de todo esto está el acuerdo entre NEVS y Koenigsegg para fabricar coches, probablemente eléctricos, en gran volumen y del que no se ha vuelto a saber nada desde su anuncio hace tres años.
Y es que las ambiciones de NEVS y de su actual dueño Evergrande son tan grandes como la propia China, pero de momento se han visto truncadas por las dificultades que tiene Evergrande para pagar las deudas contraídas después de que Pekín intensificara los frenos y controles al sector para contener los riesgos de una burbuja inmobiliria.
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