El futuro del coche eléctrico pasa por las baterías en estado sólido y el último en mover ficha ha sido el Grupo Volkswagen. El gigante automovilístico alemán acaba de firmar un acuerdo de colaboración con QuantumScape Corporation, empresa norteamericana especializada en estos dispositivos y que cuenta con 200 patentes y aplicaciones dedicadas a este campo. Ambas formarán una join venture cuyo principal objetivo será la creación de una consolidada línea de baterías en estado sólido.
El 'matrimonio' acaba de ser anunciado por Volkswagen en un comunicado: la colaboración entre ambas empresas pasa por la inversión por parte del grupo alemán de 100 millones de dólares, unos 86,6 millones de euros al cambio actual, convirtiéndose en el principal accionista de QuantumScape. De igual manera, Axel Heinrich, Jefe de Investigación del Grupo Volkswagen, se sentará en el consejo de la empresa norteamericana.
"Queremos acelerar la comercialización de baterías de estado sólido de QuantumScape. Y combinamos fuerzas para aprovechar la experiencia de Volkswagen como especialista en producción y liderazgo en tecnología QuantumScape", expone Heinrich.
Un matrimonio de conveniencia en pos del coche eléctrico
Pese a la firma del acuerdo, la millonaria transacción está aún pendiente de la aprobación regulatoria pertinente. No obstante, con este paso Volkswagen se apunta un tanto en lo que a las baterías de estado sólido se refiere, una tecnología que ha sido llamada a ser la piedra angular de la movilidad eléctrica.
El matrimonio es tan interesante como de conveniencia, por una parte QuantumScape se vale de un gigante automovilístico como Volkswagen para impulsar la comercialización de sus patentes y, por otra, el grupo germano se allana el camino para cumplir sus objetivos de comercializar tres millones de coches eléctricos en 2022.
Por el momento, pocas marcas se han subido al carro. Toyota y Fisker son las únicas que habían depositado patentes hasta la fecha, pero Volkswagen ha tomado un atajo valiéndose de la experiencia de una empresa que lleva ocho años desarrollando esta tecnología.
"Estamos encantados de que Volkswagen nos haya elegido para impulsar esta transición. La tecnología de estado sólido de QuantumScape será uno de los factores clave en la futura generación de trenes de potencia electrificados", explica Jagdeep Singh, CEO de QuantumScape.
Más del doble de autonomía y un tiempo de carga seis veces menor
Las baterías en estado sólido vienen a ser una evolución de las de ion litio, radicando su principal diferencia en el electrolito, que en el caso de las primeras es sólido y en el de las primeras es líquido. Los materiales utilizados hasta la fecha son diversos, cristal u oro envuelto en magnesio son algunas de las aplicaciones conocidas hasta la fecha. Marcas como Toyota, prefieren guardar el secreto.
Estos dispositivos cuentan con una mayor densidad de capacidad energética, lo que se traduce en más autonomía y un tiempo de recarga mucho menor. A ello se le suma una mayor vida útil, ya que cuenta con una degradación menor respecto al ion litio, y más seguridad en caso de accidente, ya que no se incendiaría como ocurre con la tecnología actual.
Volksagen asegura que, equipado con baterías de estado sólido, el rango de autonomía del e-Golf pasaría de los teóricos 300 kilómetros actuales, reales son 200 kilómetros, a unos 750 kilómetros aproximadamente. A ello se le sumaría que la carga rápida puede realizarse en apenas unos minutos, lo que supone salvar uno de los principales escollos de viabilidad del coche eléctrico, siempre que la infraestructura acompañe claro. Sea como fuere, el grupo alemán, aún perseguido por el Dieselgate, con esta alianza con QuantumScape afianza su futuro en clave eléctrica.