La web Planetizen se ha hecho eco de un interesante estudio acerca de las plataformas de movilidad como Uber y Lyft. Elaborado por investigadores de la Universidad de California y el UC Davis Institute of Transportation Studies, se han recogido datos representativos de las principales ciudades de todo Estados Unidos y el impacto de este tipo de empresas en las decisiones de viaje.
Una de las conclusiones a las que se ha llegado es que estas plataformas, en vez de contribuir a mejorar la fluidez del tráfico, lo empeoran. Además se ha descubierto que gran parte de los viajeros sustituyen los paseos a pie, en transporte público o en bici por el uso de estos servicios.
Más Uber y Lyft en las ciudades y menos en las afueras
La creciente escalada de plataformas de transporte compartido está cambiando nuestros hábitos. Ya vimos un estudio que determinaba que compraremos menos coches en áreas donde exista la presencia de Uber o Lyft y otro que reflejaba el efecto de Uber en los taxistas estadounidenses.
Lo que tratan de revelar las estadísticas es en qué medida están promoviendo estas plataformas los cambios en la elección del modo de transporte y la infraestructura. El estudio, titulado 'Disruptive Transportation: The Adoption, Utilization, and Impacts of Ride-Hailing in the United States', revela que los viajes en Uber y Lyft están sustituyendo a otras formas de transporte, como el público, la bici o los paseos.
Entre los datos más curiosos que se desprenden es que el 29 % de las personas que viven en núcleos urbanos han adoptado estas plataformas como forma de transporte regular, mientras que solo el 7 % de lo que viven la periferia lo ha hecho. Asimismo revela que estos servicios alejan a los estadounidenses del de bus (-6 %) y de los tranvías (3 %).
Esto provoca un aumento de vehículos de menor ocupación en las áreas metropolitanas. El estudio alude a una concepción errónea acerca de que la solución para resolver los crecientes problemas de transporte es la de compartir vehículos. Subraya que es necesario invertir en calles peatonales y para ciclistas, en el transporte público y en facilitar incentivos para el uso de vehículos compartidos.
Los modelos comerciales más antiguos de carsharing han atraído a solo dos millones de miembros en América del Norte y cerca de cinco millones a nivel mundial, en aproximadamente 15 años. Por el contrario, se estima que el último modelo de "movilidad compartida" (por ejemplo, Uber, Lyft, Didi), ha crecido en más de 250 millones de usuarios a nivel mundial dentro de sus primeros cinco años de existencia.