Por si el coche eléctrico no tuviera ya suficientes barreras, la Asociación Estadounidense de Psicología le ha añadido una más en un reciente estudio: el menoscabo de la masculinidad tradicional.
Si lo que sabíamos anteriormente sobre el coche eléctrico apuntaba a la aceleración instantánea como característica positiva para los hombres, este estudio se ha encontrado con que eso ya no es suficiente.
¿Lo que los hombres eligen, o lo que la sociedad espera que elijan?
La literatura anterior ha sugerido que, en general, los vehículos eléctricos pueden resultar atractivos para los hombres en términos de su rápida aceleración y su atractivo como innovación tecnológica. Sin embargo, entre los hombres, el respaldo a la autoestima contingente de la masculinidad se relacionó con una menor preferencia por los vehículos eléctricos, según el estudio.
Éste, titulado 'Contingencia de masculinidad y actitudes de los consumidores hacia los vehículos eléctricos' y elaborado por el Doctor Michael Parent de la Universidad de Texas, se basa en las creencias y opiniones de 400 hombres cisgénero, de 39 años de media, blancos y heteros en su mayoría y en EEUU, tierra de los todoterrenos tamaño 'monster truck'.
La investigación se basa en los vínculos entre la masculinidad, lo que creen que la sociedad espera de un hombre, las actitudes hacia los vehículos eléctricos y la intención de compra hipotética, todo en base a las teorías de las masculinidades aplicadas a la investigación de consumidores y mercados.
La institución que publica el estudio, la Asociación Estadounidense de Psicología es una organización científica y profesional de psicólogos estadounidenses que fue fundada en julio de 1892 en la Universidad de Clark, Massachusetts. Aseguran que utilizan la psicología como "para generar un impacto positivo en cuestiones sociales críticas".
Pero, ¿qué es la autoestima contingente de la masculinidad? Es un concepto introducido en 2015 por los psicólogos Burkley, Wong y Bell como una forma de explicar el grado en que el sentido de autoestima de un hombre dependía directamente de su sentido de masculinidad. También de su idea de qué tipo de masculinidad debería proyectar o cómo está a la altura de las expectativas que la sociedad tiene de él como hombre.
Así, describen los autores, los individuos construyen su identidad a través de sus preferencias a la hora de elegir bienes de consumo. Para esta investigación, los participantes respondieron a opciones para tres tipos de vehículos: gasolina/diésel, híbridos y totalmente eléctricos, y se les pidió que calificaran uno como su opción de compra preferida y el otro como su opción de compra menos preferida.
De los 400 hombres que participaron en el estudio, casi el 40 % calificó los vehículos eléctricos como la peor opción para un coche nuevo. De telón de fondo, las ideas sobre masculinidad fuertemente arraigadas en torno a los motores ruidosos y potentes.
El resultado: los hombres que creen que su valía depende de cuánto se ajustan al canon de masculinidad tradicional también creen que los coches eléctricos no son masculinos. Una conclusión que puede extrapolarse a cualquier otro objetivo de consumo o hábito.
No obstante, hay algunos estudios que relacionan la masculinidad con la aceleración instantánea que ofrecen los vehículos eléctricos. Un estudio llevado a cabo en 2019 en los países nórdicos contradice la teoría de que los coches eléctricos 'atentan' contra la masculinidad:
"Un estudio de varios miles de personas de países nórdicos encontró que los hombres preferían los coches con una aceleración más rápida; En la parte de la encuesta del estudio, los autores relacionaron la aceleración con los vehículos eléctricos, aunque a los participantes no se les preguntó específicamente sobre sus preferencias por los vehículos eléctricos con respecto a la aceleración. En la parte cualitativa del estudio, un participante masculino calificó la mejor aceleración de los vehículos eléctricos como un "dick-factor" y afirmó que lo percibía como atractivo para las mujeres".
Lo cierto es que la compra de vehículos sigue siendo mayoritariamente un asunto de hombres. Según los últimos datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística, en 2015 el gasto medio de la población masculina en vehículos fue de 15,5 millones de euros, frente a poco más de 3,6 millones en el caso de las mujeres.
Al final, los constructos sociales nos han hecho aceptar que, desde pequeños, los niños son valientes y fuertes, mientras que las niñas son delicadas princesas que de mayores se convertirán en cuidadoras en la esfera privada.
Por el contrario, ese niño valiente y fuerte deberá salir al mundo, ascender socialmente, ser capaz de mantener una familia y si es posible, exteriorizar lo menos posible sus sentimientos o cualquier señal que se considere de debilidad.
Pueden ser percepciones reales o imaginarias, pero el estudio ofrece una pincelada de lo que sigue ocurriendo y que encuentra su raíz y solución en la educación.