Ahora mismo Turquía es, quitando Rusia, el mayor fabricante de automóvies de Europa Oriental. El año pasado fabricaron 1,1 millones de unidades, pero claro, son muchas fábricas en manos extranjeras: Renault, Ford, Hyundai, Toyota y Fiat. Pero los turcos quieren un fabricante totalmente turco de gran volumen.
El mercado de Turquía se calcula que llegue a 600.000 unidades este año, y podría llegar al millón pronto. Quieren aprovechar ese potencial crecimiento para tener un fabricante propio, que se asegure un 20% de cuota de mercado y unas 200.000 unidades anuales en primer lugar. Apuntan muy alto.
Eso requiere una gran inversión, y para que esté justificada, ese fabricante debería llegar a unos volúmenes de 400.000 a 500.000 unidades. Ahora mismo un tercio de los coches vendidos en Turquía son de fabricantes extranjeros afincados en el país. Este mes el Gobierno turco recibirá un informe de la situación de su industria.
Turquía es de esas economías que están creciendo, y es un serio candidato a formar parte de la Unión Europea, si bien eso está bloqueado de momento por razones políticas. Si se funda este nuevo fabricante, a medio plazo podrá exportar su producción al exterior y ser un motor más de riqueza.
¿Alguien se ve conduciendo un coche turco? Pues forman parte de ese club los dueños de Fiat Doblò, Renault Fluence, Citroën C1, Peugeot 107, Toyota Aygo, Toyota Verso, Hyundai i20, Ford Transit, etc. La de cosas que se pueden descubrir en una mañana, ¿eh?
Otra cosa es hablar de un coche turco, parido, diseñado y construído por turcos. Con el tiempo serán como un constructor europeo, porque los estándares de calidad y saber-hacer se pueden conseguir en relativamente poco tiempo, mirad a los chinos. Cosas de la aldea global.
Fuente | Bloomberg