El mercado de la automoción turco, uno de los mayores exportadores de Europa, va a dar la bienvenida muy pronto a una nueva marca 100 % turca. Bajo el amparo de un proyecto del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, una empresa conjunta de cinco gigantes locales hará realidad el primer vehículo turco.
El primer prototipo será revelado en 2019 y será totalmente eléctrico, esperando que llegue a producción para 2021, tal y como informa la cabecera turca Hurriyet Daily News. Erdogan se ha subido sin pestañear al carro y ha afirmado que quiere ser el primero en hacerse con uno de los modelos, mejor si es híbrido o eléctrico.
Una ambición presidencial
Los cinco proveedores que darán forma a la empresa conjunta son Anadolu Group, BMC (British Motor Corporation), Kiraza Holding (Kia de Corea del Sur), Turkcell y Zorlu Holding, que cuentan con el respaldo total del Estado para llevar a cabo el cometido. Por el momento, se están analizando las tecnologías alternativas y las opciones de financiación, pero Turquía (y Erdogan, que ha perseguido e impulsado el proyecto) está dispuesta a competir en el abarrotado mercado de los eléctricos.
La provincia de Sakarya, al norte del país, suena como candidata para la localización de la producción del nuevo modelo.
Ülkemizin ilk yerli otomobil üretme hayalini gerçekleştirecek Ortak Girişim Grubu paydaşlarından biri olarak, projede gururla yer alıyoruz. pic.twitter.com/r87KiTVv1q
— Zorlu Holding (@zorluholdingtr) 2 de noviembre de 2017
(Traducción: "Nuestro país va a cumplir el sueño de producir la primera empresa automotriz nacional y estamos orgullosos de ser partes interesadas en este proyecto conjunto.")
Anadolu, BMC y Kıraza ya están directamente involucrados en la fabricación de automóviles, mientras que Turkcell es el mayor operador de telefonía móvil del país y participará en el proyecto de soporte tecnológico. Zorlu es un conglomerado multisectorial que fabrica ordenadores y electrodomésticos junto con muchos otros negocios.
¿Otro fracaso como el Devrim?
Aunque Turquía no tiene una marca nacional de automóviles, es un importante productor para los gigantes de la industria, con Europa como el principal mercado. En octubre de 2017 se vendieron 91.752 vehículos, en comparación con los 83.000 de octubre de 2016. De enero a octubre se vendieron un total de 719.095 vehículos, incluidos automóviles y vehículos comerciales ligeros en Turquía, con exportaciones por valor de 28.000 millones de dólares.
Además, fabrica automóviles y repuestos para Ford y Toyota (C-HR), y alberga una productiva fábrica de Hyundai, conocida como Hyundai Assan Otomotiv Sanayi.
Si el proyecto sale bien y tanto la economía como la situación política se mantienen estables, puede ser un buen competidor para el resto de jugadores. Sin embargo, algunos medios críticos con el régimen critican la iniciativa por el desembolso económico que conllevará y ante fracasos anteriores. Se pone además en el punto de mira una tecnología que podría ser importada así como intereses electoralistas por parte de Erdogan de cara a las elecciones de 2019.
Turquía intentó fabricar su primer automóvil producido en el país en 1961, llamado Devrim (Revolución), que acabó en fracaso. La producción se detuvo después de cuatro prototipos; el proceso de producción se desdibujó por el carácter artesanal del modelo y la demanda no fue lo suficientemente alta.