Un año y medio ha durado en el cargo Stefan Stocker, presidente hasta la fecha de Takata, la empresa japonesa de componentes de automóvil que ha protagonizado el último gran escándalo de seguridad en 2013 y 2014, debido a la calidad de los airbags que fabrica. Stocker, de origen suizo, fue el primer presidente extranjero de la firma, y sustituyó en junio de 2013 a Shigehisa Takada, miembro de la familia que es propietaria mayoritaria de Takata, que ahora realiza funciones directivas.
Ahora Stefan Stocker abandona el cargo —no ha trascendido si de forma voluntaria o forzosa— y lo sustituye... Shigehisa Takada. Al presidente saliente se le atribuye no haber sabido hacer frente a una situación que se destapó en abril de 2013. El suizo llegó a Takata en febrero de 2013 procedente de Bosch, y al cabo de cuatro meses fue puesto en el cargo para aguantar el chaparrón. Tras su relevo seguirá en la empresa, pero sólo como miembro del Consejo de Administración.
Desde que se dio a conocer el caso, han sido llamados a revisión más de 24 millones de vehículos en todo el mundo, con afectación a un buen número de fabricantes de automóviles, y se atribuyen al problema no menos de cinco muertes. Mientras se enfrenta a una investigación criminal y a múltiples demandas colectivas en Estados Unidos, la medida adoptada por la firma ha consistido, por ahora, en reducir salarios a sus trabajadores en un 50 % durante cuatro meses y en volver a colocar en el puesto al que era de hecho el presidente de Takata cuando estalló la crisis. Muy lógico todo.
Vía | Automotive News
En Motorpasión | Caso Takatagate (aka Takatazo)
