Akio Toyoda, nieto del fundador de Toyota y hasta pocos meses CEO del grupo Toyota, nunca ha sido partidario del coche eléctrico. Lo ha dicho de forma vehemente en más de una ocasión. Algo que, dicen las malas lenguas, le costó su puesto de CEO.
Ahora que las ventas de coches eléctricos se estancan, especialmente en Estados Unidos, no se corta y asegura que "por fin la gente está viendo la realidad de los coches eléctricos”, como recoge el Wall Street Journal. Toyoda ya no es CEO, pero sigue siendo el presidente de Toyota. Y acaba de marcarse un os lo dije de lo más descarado.
Muchos fabricantes, lo apostaron todo al coche eléctrico sin mirar atrás. Marcas como Mercedes, Volvo o Volkswagen dedican la mayoría de sus recursos al coche electrificado y eléctrico. Bajo el mandato de Toyoda, sin embargo, aparte de un primer Lexus UX 300e y un Toyota bZ4X desarrollados casi a regañadientes, como para cumplir con el expediente, Toyota siguió apostando por los híbridos y el hidrógeno.
Después de años de crecimiento frenético de las ventas de coches eléctricos, la ralentización de ese crecimiento, especialmente en Estados Unidos, es utilizado por el presidente de Toyota para asegurar que su visión acerca del coche eléctrico era la correcta.
El coche eléctrico de batería no es la única solución
"Hay muchas formas de escalar la montaña que supone alcanzar la neutralidad de carbono", declaró a la prensa en el Salón de la Movilidad de Japón celebrado esta semana.
Aunque el crecimiento de las ventas de coches eléctricos se ha ralentizado, el mercado sigue creciendo. Según The Wall Street Journal, las ventas mundiales de vehículos eléctricos crecieron un 63% en 2022 y se han ralentizado hasta crecer un 49% en 2023.
El menor crecimiento de las ventas se debe esencialmente al mercado estadounidense. Los elevados precios de los coches eléctricos, algo que también vemos en Europa, y la subida de los tipos de intereses para acceder a una financiación han hecho que las marcas estén fabricando más coches eléctricos de los que pueden vender.
Esto ha llevado a General Motors y Ford a retrasar el lanzamiento de varios modelos eléctricos en Estados Unidos y a Volkswagen y Fiat a detener varias semanas la producción de algunos de sus propuestas eléctricas.
En su intervención como presidente de la Asociación Japonesa de Fabricantes de Automóviles, Toyoda, explicó que la industria del automóvil se está dando cuenta de que los coches eléctricos no son la única forma de reducir las emisiones de carbono.
Toyota, a pesar de haber presentado más de una veintena de concept cars eléctricos que podrían en futuro conformar toda la gama de sus marcas Toyota y Lexus, ha adoptado un ritmo de adopción del coche eléctrico mucho más relajado.
En Europa, su último lanzamiento es el Lexus RZ 450e, mientras los modelos más demandados del grupo siguen siendo híbridos, como el nuevo Prius (que no llegará a España), el Corolla Cross Hybrid, el nuevo Toyota C-HR e incluso pick-ups híbridos para Estados Unidos.
Esto no impide que Toyota también desarrolle nuevos modelos eléctricos y es, junto con Nissan, uno de los fabricantes que podría tener en el mercado antes de 2030 un coche eléctrico con batería de estado sólido. Esta batería permitiría una mayor autonomía y recargas ultrarápidas sin temor a que se degraden las celdas de la batería.
Por otra parte, no podemos olvidar que la demanda de coches eléctricos es incentivada por los estados, no es orgánica, salvo en el caso de Tesla. Por lo que queda por ver si esta ralentización de la demanda es una señal de que el coche eléctrico no atrae a más compradores o es simplemente que los coches eléctricos son descaradamente caros frente a modelos más convencionales, como los híbridos.