"Tienen que ser más ecológicos". Carlos Tavares se encargó personalmente de aniquilar el motor más famoso y que todos amamos en Stellantis

"Tienen que ser más ecológicos". Carlos Tavares se encargó personalmente de aniquilar el motor más famoso y que todos amamos en Stellantis
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Ya han pasado unos días desde que Stellantis anunció la salida voluntaria de Carlos Tavares de la empresa. Aunque el ejecutivo portugués había fijado su adiós para principios de 2026, cuando terminaba su contrato, ha dejado de ser el CEO de Stellantis mucho antes.

Hasta entonces, Tavares ha sido el principal responsable de todo lo que ha pasado con las marcas de Stellantis a lo largo de los últimos y, ahora que ya no está en la empresa, algunos trabajadores también le acusan de haber tomado decisiones poco populares, como la de acabar con el mítico motor HEMI V8 que tantas alegrías dio a Chrysler.

Tavares acabó con un motor legendario con más de medio siglo de historia

A principios de los años 50 del siglo pasado, Chrysler se sacó de la manga un V8 de alto rendimiento con cámaras de combustión hemisféricas que, en referencia a ese diseño, se acabó llamando ‘HEMI’ cuando empezó a popularizarse en los años 60, con los muscle cars y el mítico motor HEMI 426 de 7.0 litros que arrasó en las 500 millas de Daytona.

Fue una generación de motores que tuvieron muy buena acogida entre el público americano porque eran salvajes, de hecho, al poco tiempo de estrenarse, los motores HEMI desarrollaban más de 300 CV. La última generación de motores HEMI se estrenó en 2003 y hasta hace muy poco era posible comprar coches nuevos con estas mecánicas, incluso en España de la mano del extinto Jeep Grand Cherokee Trackhawk de 717 CV.

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Bien, pues, a pesar de la popularidad que tenían los motores HEMI, especialmente en Estados Unidos, Stellantis decidió acabar con ellos. Ahora sabemos que Carlos Tavares fue el encargado de eliminar personalmente estas mecánicas. Es lo que le han dicho al medio CNBC varios empleados de Stellantis.

Estos trabajadores, que han pedido permanecer en el anonimato, describieron al ejecutivo portugués como un obseso de la reducción de costes y los beneficios a corto plazo. También le acusan de ser prepotente y de no tener en cuenta la opinión de otros trabajadores: “si crees que lo sabes todo, no vas a escuchar a nadie más”.

Asimismo, estas fuentes acusan a Tavares de ser especialmente duro con los ejecutivos de Stellantis de Estados Unidos y de no escucharles a la hora de tomar decisiones que afectaban, sobre todo, a ese mercado, como eliminar los motores HEMI: "Si no conoces el mercado, no conoces a los clientes, no puedes tomar las decisiones correctas".

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Una de las cosas que critican estos trabajadores es que intentaron rebajar el énfasis que ponía Tavares en el desarrollo y lanzamiento de vehículos 100% eléctricos. Entre otras cosas, propusieron seguir lanzando coches con motor térmico para que las ventas no se resintiesen, pero Tavares no hizo caso.

El portugués también tomó medidas de reducción de costes muy impopulares, como simplificar en exceso el nuevo Jeep Grand Cherokee y, al mismo tiempo, incrementar notablemente su precio.

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Decisiones como esa o como matar los motores V8 sentaron especialmente mal al otro lado del Atlántico: “Todo el mundo quería quedarse con el HEMI, pero Tavares decía que los motores tienen que ser más ecológicos y que había poco o nada que pudieran hacer para cambiar la decisión”, dice otra de estas fuentes.

Presumiblemente, ese tipo de decisiones fueron las culpables, entre otras cosas, de las “diferencias con el Consejo de Administración” a las que se refería Stellantis en el comunicado que publicó el pasado 1 de diciembre para anunciar que Tavares dejaba su puesto en la empresa.

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