Elon Musk lanzaba la bomba hace una semana: Tesla podría salir de bolsa. El movimiento, anunciado en Twitter por el propio presidente ejecutivo, no ha tardado en granjearse detractores: tres días después de hacerse públicas estas declaraciones, la compañía ha recibido dos demandas de inversores, que denuncian en el movimiento un posible fraude de valores, con objetivo de perjudicar a los vendedores a corto.
Bien es cierto que las consecuencias del anuncio por parte de Elon Musk respecto a la salida de Tesla de los mercados bursátiles no se hicieron esperar: horas después de ser publicado el tweet, la cotización de las acciones de Tesla subieron un 7,4%, llegando a un incremento del 13% al final de dicha jornada sobre el cierre de la sesión anterior.
Cerca se quedaron los valores de los estimados por Musk, 420 dólares por acción. En total, el magnate estadounidense consideraba que la transacción para sacar a Tesla de bolsa estaría entorno a los 71.000 millones de dólares. El movimiento de Musk y sus consecuencias inmediatas en el mercado de acciones, llevó al regulador de los mercados estadounidenses SEC (United States Securities and Exange Commision) a apartar temporalmente a Tesla de la cotización, así como a abrir una investigación. A ello se suman las dos demandas interpuestas por agentes cortoplacistas.
¿Declarando la guerra a los vendedores a corto?
Tal y como informa Cinco Días, los demandantes, Kalman Isaacs y William Chamberlain, defienden que el tweet publicado por Elon Musk infló artificialmente el precio de las acciones de Tesla, violando la normativa del mercado bursátil estadounidense. En este supuesto se basan sendas demandas presentadas ante la corte federal de San Francisco.
Isaacs expone que los mensajes publicados por Musk en Twitter eran falsos y llevaron a engaño, además de acusar a la propia Tesla de respaldar dicho anuncio al no corregirlo. El inversor califica el movimiento de Musk de "ataque nuclear" diseñado para "diezmar por completo" a los vendedores a corto.
Este tipo de agentes bursátiles operan pidiendo prestadas acciones que creen que están sobrevaloradas, las cuales venden para recompralas posteriormente a un precio menor a fin de obtener beneficio. Musk no ha ocultado su malestar contra este tipo de inversores, valiéndose de su cuenta de Twitter para criticarlos en más de una ocasión.
Bajo investigación
La propia SEC, que apartó a Tesla de bolsa tras la bomba lanzada por Musk, está investigando si la propuesta de Musk se ajusta a la realidad y si, efectivamente, el presidente ejecutivo de la marca automovilística cuenta con la financiación asegurada tal y como aseveraba en el tweet publicado el 7 de agosto.
En caso de no ser así, Musk podría enfrentarse a una demanda por parte del SEC. El organismo regulador estadounidense ya podría haber contactado con el directivo planteando sus dudas ante la veracidad de la información de que cuenta con los fondos asegurados, así como el medio utilizado para realizar dicho anuncio.
El SEC podría exigir responsabilidades al director ejecutivo de Tesla si encuentra pruebas de que realizó declaraciones erróneas o bien omitió información. Tal y como analizamos en su momento, varios analistas han planteado la posibilidad de que los tweets publicados por Musk tuvieran como objetivo impulsar la contización de Tesla en la bolsa.
La normativa bursátil estadounidense actual permite desde 2013 hacer uso de las redes sociales para este tipo de anuncios, aunque expone que los inversores deben saber que estos canales son el medio habitual utilizado. Al tener Musk bloqueados a medios, así como usuarios como periodistas e inversores, podría estar incumpliendo ese principio de llegar a todos los interesados.
Tesla opta por callar, de momento
Por su parte, Tesla aún no ha realizado declaración alguna al respecto. No obstante, el consejo de administración del fabricante está analizando la situación al margen de su consejero delegado. El organismo directivo ha solicitado a Musk que se abstenga de publicar declaraciones mientras la compañía revisa la propuesta, exponiendo que publicará un informe en los próximos días.
De igual manera, Tesla estaría analizando crear un comité especial formado por agentes independientes que analizasen la operación y su viabilidad. El consejo también podría estar valorando contratar asesoramiento financiero externo, pudiendo haber consultado durante estos días a bancos de inversión la transacción anunciada por Musk. Asimismo, ha recordado al presidente de la marca en que debería contar con su propio equipo de asesores.
Lo que más preocupa a los accionistas de Tesla es si, efectivamente, dispone de la financiación asegurada para sacar a la marca de la bolsa, lo que ascendería a los mencionados 71.000 millones de dólares (cerca de 62'3 mil millones de euros). Tras varias reuniones, el consejo aún no ha recibido la constatación de quién sería el responsable de proporcionar tal cantidad de ejecutarse realmente la compra.