Con el movimiento sindical pegando fuerte en EEUU, a Tesla -que no permite sindicatos- le crecen los enanos. La firma californiana se enfrenta a un absoluto bloqueo en Suecia que comenzó con la huelga de los mecánicos de Tesla Service y a la que se unieron otros sectores para apoyarles y conseguir presionar a la marca para que firme un convenio colectivo que lleva esquivando cinco años.
Ahora, un proveedor de componentes críticos para el Model Y se ha sumado a la huelga. Y los carteros suecos.
Tesla no va a firmar ningún convenio
Alrededor de 50 trabajadores de Hydro Extrusions en Vetlanda, una filial de la empresa noruega de aluminio y energía Hydro, se han unido a una huelga de solidaridad contra Tesla durante el fin de semana. La empresa es responsable de entregar perfiles de aluminio para el Model Y a la gigafábrica de Tesla en Gruenheide, en las afueras de Berlín.
Según Automotive News Europe, este es el primer proveedor de Tesla en Suecia que se suma a la huelga de IF Metall (que es el sindicato industrial sueco que acoge a los talleres de coches y que convocó la huelga).
Pero hay más. A los 120 mecánicos del Tesla Service que colgaron las herramientas del pasado 27 de octubre se han unido los trabajadores de los cuatro principales puertos de Suecia y los empleados de la red eléctrica, que no van a mantener las estaciones de supercargadores de Tesla. Y también el servicio postal sueco.
No parece muy significativo, pero sin ellos tampoco llegarían los repuestos que llegan en pallets a los talleres de Tesla, y lo que es más importante, las matrículas, pues la empresa PostNord las reparte por correo.
Desde la mesa de negociaciones consideran que este parón no solo afecta a Tesla, sino al mercado laboral sueco en su totalidad, que busca mejoras y sobre todo seguridad de cara al futuro de los trabajadores. En Suecia, casi el 90% de la fuerza laboral pertenece a sindicatos y está protegida por contratos de empleados que sirven para estandarizar salarios, seguros y pensiones, así como para proteger las condiciones de los trabajadores.
Mientras tanto, Tesla esquiva el temporal enviando los coches por tierra, que entran en Suecia con ayuda de empresas de transporte de otros países mientras que están subcontratando otros talleres y servicios de mantenimiento.
La empresa considera la huelga, según recoge elDiario.es, una "acción desproporcionada de los sindicatos suecos" y Elon Musk ha expresado que "Tesla está en su derecho legal de no firmar un convenio colectivo y la Agencia Sueca de Transporte tiene el deber legal de entregar las placas de matrícula".
Y es que la Agencia Sueca de Transporte se ha negado a enviarlas ellos mismos por otro medio que no sea el postal, aumentando las dimensiones del conflicto.