El culebrón Saab da un nuevo giro. Tras haber rechazado Swedish Automobile (Swan) —los dueños de Saab— el dinero de Pang Da y Youngman, porque se querían quedar con Saab… han cambiado de opinión. Swan se “raja” y ha firmado un acuerdo de venta a las empresas chinas por 100 millones de euros.
Salvo que las autoridades correspondientes no autoricen la venta o que aparezca un nuevo dueño más razonable antes del 15 de noviembre, el destino de Saab es el mismo que el de Volvo: capital chino, mentalidad sueca, y a sobrevivir. Es una posible salvación para la marca, de lo contrario puede hasta desaparecer.
Saab continua en suspensión de pagos, protegidos legalmente de sus múltiples acreedores, si no tendrían que declararse en quiebra. A Victor Müller se le acaban los cartuchos para mantener Saab. Otra marca europea que se “pierde”, qué desagradable está siendo el Siglo XXI en ese aspecto.
La sociedad norteamericana North Street Capital iba a meter 50 millones de euros en capital y un préstamo de 42 millones de euros, pero con este preacuerdo, han huído con su dinero. Saab dejó de pertenecer a General Motors en 2010 y en menos de dos años van a volver a cambiar de dueño, si nada ni nadie lo impide.
En Motorpasión | Saab cancela el acuerdo con Pang Da y Young
