Según se ha comunicado de forma oficial, el Grupo Renault ha vendido toda su participación en Daimler; más de 16 millones de acciones en una operación valorada en 1.185 millones de euros.
La firma del rombo y Daimler colaboran desde hace décadas en el desarrollo de motores de combustión y electrificados, pero este movimiento no romperá su acuerdo.
Objetivo: obtener liquidez
Las más de 16 millones de participaciones representan el 1,54 % del capital social de Daimler, que ya ha sido colocado a "inversores cualificados", según se desprende del comunicado oficial.
Este movimiento responde a la necesidad de Renault de acelerar el desapalancamiento financiero de su división de Automoción.
Esto significa que la compañía que lidera Luca de Meo no puede soportar el peso de su deuda y necesita reducirlo de forma rápida, aunque lo hará en condiciones no demasiado favorables, lo que a la larga puede acabar penalizándolo.
En el ejercicio de 2020, la firma del rombo ha registrado pérdidas de 8.046 millones de euros, con un descenso en el volumen de ventas del 21,3 % hasta los 2,95 millones de unidades.
Unas cifras que contrastan fuertemente con los 19 millones de euros que ganó en el ejercicio de 2019.
No obstante Renault ha querido dejar claro que esta decisión no tendrá ningún impacto en la relación de colaboración que mantiene con Daimler, que se remonta a la era Ghosn.
Al timón de la marca tras dejar SEAT (en muy buena situación) De Meo presentó en enero un gran plan de rescate para sacar a Renault del hoyo. La primera y más importante será la fase "resurrección", que se extenderá hasta 2023 y se concentrará en recuperar el margen y generar liquidez.
Y en esto está.
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