El coche eléctrico lleva algo más de una década en el mercado, si obviamos el intento abortado de GM con el EV1. Los inicios fueron muy tímidos, pero en los últimos años, su crecimiento en ventas a ido de la mano de los avances tecnológicos en torno a su batería, así como de ayudas e incentivos estatales.
La innovación en el campo de las baterías de iones de litio y las ventas han permitido reducir notablemente el coste de las baterías. Sin embargo, el coste inicial de un coche eléctrico sigue siendo muy superior al de un coche con motor de combustión interna.
Según el Director de Tecnología de Mercedes, Markus Schäfer, esto va a seguir así un tiempo. De hecho, es posible que en los próximos años los coches eléctricos no sean más baratos.
"Llegando a un precio de la batería de 50 dólares por kilovatio, lo que llevaría a una base de costes comparable a la de un motor de combustión interna, yo diría que esto está muy lejos", dijo Markus Schäfer a Road & Track. "No lo veo con la química que tenemos hoy". El coste de una batería de iones de litio para automoción podría ser este año de hasta 135 dólares por kWh.
Alcanzar la llamada "paridad de precios", según Schäfer, no es posible con ninguna de las tecnologías de baterías que hay actualmente en el mercado. El tipo de baterías asequibles y de alta densidad energética necesarias para hacerlo posible no existen o sólo existen en entornos controlados de laboratorio.
Considera que incluso cuando se sepa cuál funcionará mejor, adaptarla a la industria del automóvil -con sus grandes volúmenes y sus exigentes requisitos de durabilidad- será un proceso que durará años. Mientras esperamos un avance, Schäfer dice que no pueden prometer que los vehículos eléctricos sean más baratos a corto plazo.
Para Schäfer la fabricación de las baterías a precio asequible se enfrenta a dos escollos actualmente. Por una parte, la capacidad de extracción de materias primas tiene sus limitaciones. Y por otra parte, la demanda de estas materias primas supera la oferta. La mayor dificultad está en el abastecimiento en materias primas.
Entre los avances tecnológicos y las economías de escala han ayudado a bajar los precios de las baterías, es justamente la escala la que ahora plantea un gran reto. Gracias a la creciente popularidad de los coches eléctricos y al continuo crecimiento de la electrónica de consumo, la demanda de litio está a punto de superar la capacidad de las actuales minas de tierras raras.
La tierra tiene más depósitos de litio, pero poner en marcha las minas es complicado y caro. Es más, no esperan que la escasez de litio haya terminado a mediados de la década.
"Así que la disminución prevista por debajo de los 100 dólares o euros por kilovatio, podría llevar más tiempo", dijo Schäfer. "La química, honestamente, si nos quedamos con los ingredientes que tenemos hoy... no hay ese avance previsible".
¿Unas declaraciones que van en contra de Mercedes-Benz?
¿Está Schäfer tirando piedras sobre su propio tejado? Y es que estas declaraciones son sorprendentes al provenir de Mercedes-Benz, una marca, recordemos, que asegura haber cesado todo desarrollo de nuevos motores de combustión interna y coches híbridos enchufables, puede sorprender
Schäfer, en principio, no está yendo en contra de sus productos, al contrario. De entrada, porque esa escasez de materias primas y precios altos no debería ser un problema para Mercedes-Benz. Al contrario, Schäfer está así reafirmando la posición de lujo de su marca.
Diciendo que los coches eléctricos serán caros, confirma que están y no estarán al alcance de todo el mundo. Mercedes-Benz ya goza de una imagen de prestigio, esa imagen también la deben tener sus coches eléctricos. Y cuando algo es raro, exclusivo, la clientela está dispuesta a pagar más por ello.
Por supuesto, la exclusividad no lo es todo. En el caso de los coches de Mercedes-Benz, la exclusividad debe ir acompañada de una cierta superioridad tecnológica, de prestaciones (aceleración y autonomía) y de calidad, pero eso es otra vertiente del negocio de Mercedes.
Y luego, por otra parte, también prepara el terreno para justificar que la tecnología de baterías de la marca no siempre ha estado en la vanguardia. En ese sentido, la primera experiencia del SUV Mercedes-Benz EQC 400 no ha sido precisamente positiva, aunque con el nuevo EQS parece haber mejorado su propuesta.
Es una declaración, al final, destinada a los pequeños y medianos accionistas que pueden dudar de Mercedes-Benz, cuando Toyota asegura que tendrá en pocos años una batería de estado sólido o que incluso Porsche podría también tener una funcionando para finales de la década, primero en su 911.
Curiosamente, si el precio de las baterías se va a mantener alto durante mucho tiempo, está también dando argumentos a los sistemas de pila de combustible, pues es un sistema que no necesita enormes baterías. El Toyota Mirai se conforma con una batería de 1.6 kWh, por ejemplo, y el Hyundai Nexo con una de 1,56 kWh.
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