Aunque no hay un plan definitivo que otorgue continuidad a las tres fábricas de Nissan Barcelona, la empresa catalana QEV Technologies sí será uno de los jugadores principales en ofrecer un futuro al proyecto.
Y será a través de un ecosistema de electromovilidad cuyas líneas quieren definir este mes de enero, para empezar la producción en 2022.
"Una nueva industria"
QEV Technologies -y B-Tech, que lideran la alianza de startups y pymes- aspira a mantener el 100 % de la plantilla de las tres plantas: Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca. Esto supone alrededor de 1.500 empleados
La fuerza laboral se encargará de fabricar nuevos vehículos, como los deportivos eléctricos de la conocida Hispano Suiza, y también se relanzará la marca Ebro, que dará una segunda vida a la Nissan Navara.
Además se contempla la fabricación de vehículos para el reparto urbano (de última milla) y microcoches, así como un centro de homologación de baterías o la puesta en marcha de fabricación de pilas de combustible de hidrógeno.
"Nuestro objetivo es poner en marcha una nueva industria que sitúe a España en el mapa de la movilidad eléctrica y que genere nuevo valor y oportunidades, también para los jóvenes”, ha dicho Joan Orús, consejero delegado de QEV Technologies.
Tras la salida de la china Great Wall Motors, QEV Technologies ha resultado el principal ganador de la puja para devolver a la vida a Nissan Barcelona, y se prevé una primera ronda de inversión de 1.000 millones de euros y la generación de 1.800 puestos de trabajo en los próximos años.
Pero estas cifras iniciales pueden aumentar gracias a socios como la belga Punch, que lleva en el tablero de juego mucho tiempo. Por otro lado, el proyecto de Silence opta a la Planta de Montcada y ya hay acuerdo en el tema de activos a falta de fijar la cantidad económica y determinar las condiciones de los trabajadores.
El próximo 21 de enero la mesa de reindustrialización se volverá a reunir para intentar tomar una decisión.
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