El 15 de septiembre los trabajadores sindicalizados de los tres grandes de Detroit -General Motors, Ford y Stellantis- fueron a huelga de forma simultánea por primera vez. Más de un mes después, los fabricantes comienzan a notar en sus cuentas los efectos, sobre todo General Motors que está viendo caer sus beneficios y sus ventas.
Pero hay luz al final del túnel: Ford y el sindicato United Auto Workers (UAW) han llegado a un acuerdo tentativo, que incluye un aumento salarial récord.
Cuando comenzaron las negociaciones, Ford ofrecía un aumento del 9%
Según ha anunciado UAW, el acuerdo incluye un aumento salarial del 25 % durante los cuatro años y medio de duración, con un aumento inicial del 11 %. Inicialmente, el sindicato había pedido un aumento del 40 % en cuatro años, pero los tres gigantes de Detroit ofrecían un tope del 23 %. Cuando comenzaron las negociaciones, Ford ofrecía un 9 %, lo que demuestra que han sabido apretarles.
Los trabajadores temporales peor pagados verían aumentos salariales de más del 150 % durante el período, y también ha obtenido el derecho de huelga por futuros cierres de plantas de Ford.
Record profits mean record contracts. We have a tentative agreement at Ford. #StandUpUAW pic.twitter.com/Z00T5CfQJN
— UAW (@UAW) October 26, 2023
Aunque aún debe ser aprobado por los líderes y miembros del sindicato (unos 57.000 en Ford), supone un punto de inflexión tras casi seis semanas de huelga y negociaciones infructuosas, y podría sentar las bases de otros acuerdos con General Motors y Stellantis.
En declaraciones recogidas por la BBC del presidente de Ford, Jim Farley, la firma quiere reactivarse lo antes posible: "Estamos enfocados en reiniciar la planta de camiones de Kentucky, la planta de ensamblaje de Michigan y la planta de ensamblaje de Chicago, llamar a 20.000 empleados de Ford para que vuelvan a trabajar y enviar nuestra línea completa a nuestros clientes nuevamente".
Recordemos que la firma del óvalo fabrica la pick-up más vendida de EEUU, la F-150 (le sigue de cerca la Chevrolet Silverado), y por la cuenta que le trae, le interesa alcanzar un acuerdo.
Mientras tanto, la compañía capitaneada por Mary Barra está notando las consecuencias de la huelga, que en casi seis semanas le ha dejado un agujero de 800 millones de dólares. En las cuentas que ha presentado muestra que ha ganado un 7,3 % menos que en tercer trimestre de 2022, aunque el stock de vehículos ha conseguido amortiguar la caída.
General Motors también ha comunicado que retrasará los planes relacionados con su negocio de vehículos eléctricos, así que tiene que decir adiós a su objetivo de vender 400.000 vehículos eléctricos en 2024.
Las pérdidas económicas totales estimadas por la huelga alcanzan los 9.300 millones de dólares, dijo a principios de esta semana la firma de investigación Anderson Economic Group.