El próximo jueves 9 de noviembre, Michael Lohscheller (actual CEO de Opel) presentará el plan estratégica para Opel. Lo hará en presencia del Carlos Tavares, presidente del grupo PSA. Y este plan verá Opel reducir su gama actual para concentrarse en los modelos que más margen le están generando. Al mismo tiempo se reinventará como marca especialista en automoción eléctrica y se adentrará en mercados que le estaban vetados mientras formaba parte de GM, según informa el Frankfurter Allgemeine Zeitung.
La antigua filial de General Motors, que formaba parte desde el pasado mes de agosto del grupo francés PSA, no está en una situación fácil. Sobre todo cuando el presidente del grupo y artífice de la compra asegura que “las fábricas de PSA son más eficientes y productivas que las de Opel”. De ahí que sea preciso reinventar Opel.
Si bien las primeras medidas tomadas para devolver Opel-Vauxhall a la rentabilidad son drásticas (la factoría Vauxhall de Ellesemere Port que fabrica el Astra con volante a la derecha prescindirá de 400 trabajadores este año) también hay movimientos estratégicos que aseguran importantes ahorros sin prescindir de tantos empleados, como la unificación del departamento de compras de Opel con el de PSA o bien reconvertir el centro técnico de Rüsselsheim en la punta de lanza del grupo, con un énfasis en la electrificación parcial o completa de los coches.
Y este es el primer paso hacia una mayor integración de la tecnología de PSA en los Opel, dejando atrás lo más rápido posible la tecnología de GM. Y una de las maneras rápidas de hacerlo es prescindiendo de los modelos menos rentables de la marca y concentrando todos los esfuerzos en los modelos que más margen otorguen.
Y no es solo una cuestión de costes directos o de integración de la nueva tecnología. Según el mismo diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, “con los motores y las cajas de cambios de Opel, los objetivos de CO2 no son alcanzables”. Los motores y cajas de cambios utilizados en PSA serían más eficientes.
¿Qué modelos podrían desaparecer? A estas alturas es imposible aventurarse. Obviamente, podemos pensar en el Opel Astra Sedan y el GTC, que están al final de su vida comercial y puede que no sean renovados, así como el Opel Cabrio, ya que se mueve en un segmento de poco volumen y dominado por las marcas premium. Y aunque se venda bien a las compañías de alquiler de coches, son ventas notoriamente poco rentables.
Carlos Tavares y su equipo lograron devolver PSA a la senda de la rentabilidad en tan sólo dos años, consiguiendo un margen de beneficio del 6 % en 2016o.
Si quieren repetir esta hazaña en Opel, no se hará sin problemas. Desde pequeños detalles, como la prohibición de las galletas en las reuniones o los iPhone como teléfono de empresa hasta temas mucho más serios, como los pensionistas. Y es que según el diario alemán, Opel tiene actualmente más pensionistas en Alemania que empleados. Y éste, es un gasto que no se puede reducir.