El llamado coronavirus de Wuhan ha dejado ya 106 muertos en China de 4.515 casos confirmados; de ellos 515 se encuentran en estado grave, según informa El País. Las cifras son importantes para contextualizar el problema: el coronavirus hace lo que todos los virus -especialmente en huéspedes de riesgo como niños y ancianos- y nuestro sistema inmunitario está preparado para combatirlo.
No obstante, el Gobierno de Hong Kong ha pedido a sus funcionarios que trabajen desde casa mientras que fabricantes como PSA y Honda planean repatriar a sus trabajadores del epicentro del virus en China. Mientras tanto, la noticia ha llegado a la Bolsa, que ha castigado la cotización de materias primas como el petróleo.
Reacondicionar Ford Transit y convertirlas en ambulancias
El Grupo PSA ha informado de que repatriará a sus trabajadores franceses en Wuhan, así como a sus familias "en total colaboración con las autoridades chinas y con el consulado general de Francia". Según ha informado una portavoz de PSA a la agencia EFE, el consorcio tiene alrededor de 38 personas que serán repatriadas.
Renault también está ofreciendo a los expatriados de su planta de Wuhan la opción de abandonar el país temporalmente.
Important perspective from today's #coronavirus report:
— World Health Organization (WHO) (@WHO) January 27, 2020
Of the 2,798 confirmed cases reported to @WHO so far, 98% are in China.
Of the 37 cases outside China, 36 had travel history to Wuhan or other cities in China.
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Honda por su parte evacuará a unas 30 personas de la ciudad china, cerrada a cal y canto por el brote de neumonía vírica desde el 23 de enero, mediante vuelos privados.
Además hace unos días General Motors y Ford comenzaron a restringir a sus empleados los viajes al país y especialmente a Wuhan para protegerlos de virus.
De acuerdo al Ministerio de Exteriores español, en Wuhan hay 20 españoles a los que el Gobierno está dando seguimiento.
Lo cierto es que este virus, que ha obligado a mantener en observación a casi 45.000 personas y que ya ha traspasado fronteras a 12 países, ha surgido días antes del Año Nuevo Lunar, una importante celebración que mantiene la mayoría de plantas de ensamblaje y concesionarios del país cerradas.
Según publica Automotive News, Ford está pidiendo a algunos empleados de su empresa conjunta de camiones, Jiangling Motor, reacondicionar 600 furgonetas Ford Transit y transformarlas en ambulancias especiales para transportar pacientes infectados.
Dos fabricantes de automóviles chinos de propiedad estatal, SAIC Motor y Beiqi Foton Motor, también están ensamblando furgonetas para ayudar a transferir a las víctimas. Su destino será el epicentro del brote viral.
Por otro lado, Daimler, BMW, Toyota y Honda así como sus socios chinos (Dongfeng Motor y GAC Motor) han donado efectivo a fundaciones para ayudar a los residentes de Hubei y Wuhan a combatir la enfermedad.
La cuarentena mantiene aisladas a 46 millones de personas en 15 ciudades de China, y desde Hong Kong se ha pedido a los trabajadores tanto gubernamentales como de empresas privadas que trabajen desde casa para evitar aglomeraciones.
Wuhan es el hogar de plantas de ensamblaje de Dongfeng, así como de varios fabricantes mundiales de automóviles, incluidos PSA, Renault, Nissan, Honda y General Motors. Sin duda, esta situación va a impactar de forma negativa en la industria automotriz, sobre todo porque el Gobierno chino ha ampliado los días festivos como medida de contingencia.
Los inversores, nerviosos
Las noticias alarmistas y las previsiones de que el virus continúe expandiéndose han tenido el efecto esperado en el mercado bursátil. El Ibex 35, principal índice bursátil de referencia en España, ha sufrido una caída del 2,05 % que comenzó el 24 de enero, aunque va remontando.
Lo mismo para las bolsas de París, Asia, Frankfurt o Londres, con especial bajada para compañías petroleras como Repsol o acereras como Acerinox o ArcelorMittal.
Por su parte, la cotización del barril de petróleo de Brent, el referente en Europa, ha pasado de experimentar máximos en enero tras la crisis de Estados Unidos (llegando a los 68 dólares por barril) con Irán a bajar hasta los 58 dólares a día de hoy.
Y es que ante una ciudad sitiada y la cancelación de un evento que mueve a miles de millones de personas, los primeros afectados son el sector del transporte -combustibles y aerolíneas- así como el sector del turismo. Menores previsiones de consumo, inversores nerviosos.
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