Porsche desveló su coche eléctrico más ambicioso hasta la fecha y basado en su modelo más vendido, el nuevo Porsche Macan eléctrico. Demuestra así su intención de abrazar la movilidad eléctrica. Pero al mismo tiempo nos dice que calmemos nuestros entusiasmo. Y es que Europa podría retrasar la prohibición de los coches gasolina más allá de 2035.
El director financiero de Porsche, Lutz Meschke, ha declarado con motivo de la presentación del Macan eléctrico que el plan europeo de prohibir la venta de coches nuevos con motor de combustión para 2035 podría retrasarse. "Hay muchas discusiones sobre el fin del motor de combustión", dijo Meschke el jueves en Singapur. "Creo que podría retrasarse".
La ralentización de la demanda de coches eléctricos en la mayoría de grandes mercados, a pesar de experimentar un crecimiento con respecto al año anterior, ha enfriado las previsiones de muchas marcas.
La falta de infraestructuras de recarga fiables y operativas, los precios persistentemente elevados de los coches y una reducción o eliminación de las ayudas a la compra de un eléctrico en algunos países han propiciado una reducción de la ventas.
El Reino Unido, que tenía previsto eliminar la venta de coches nuevos de gasolina y diésel en 2030 ha finalmente aplazado cinco años, hasta 2035, la prohibición.
Por otra parte, algunas marcas, sobre todo del grupo Stellantis, que parecían apostarlo todo con modelos únicamente eléctricos, han dado marcha atrás y proponen ahora también versiones gasolina híbridas de un modelo 100 % eléctrico, como es el Jeep Avenger o los nuevos Citroën Berlingo.
¿Está Porsche defendiendo su mercado particular? Es inevitable pensar que sí. Sin embargo, con el Porsche Taycan, mucho más caro que un Macan, que representa el 12,7% de las ventas totales de Porsche en 2023 y habida cuenta que el 75% de los Panamera que se venden, se hacen en versiones enchufables, Porsche no teme al coche eléctrico.
Por otra parte, ha invertido masivamente en el desarrollo de los e-fuels, los combustibles sintéticos obtenidos a partir de energías renovables. El año pasado, semanas antes de que la UE aprobara el fin de los coches nuevos con motor de combustión, Alemania se negó a apoyar la medida, exigiendo que Bruselas protegiera también los vehículos alimentados por combustibles sintéticos, una tecnología respaldada por Porsche.
Existe una cláusula de revisión de la prohibición de los motores combustión
Las declaraciones de Lutz Meschke no son fruto del azar. Apela al retorno de las ayudas a la compra de los coches eléctricos. "Tenemos que ver cómo de pronunciada es la curva de aceleración en los próximos años", dijo Meschke. "Si nos encontramos en una situación como la actual, con cierta reticencia a comprar coches eléctricos en Europa, entonces quizá vuelvan las subvenciones".
Los Porsche nunca han sido elegibles para ayudas a la compra, de todos modos, pero si el corazón del mercado no adopta el coche eléctrico, podría ser más difícil para Porsche que su clientela principal, la de los Macan y Cayman, acepte modelos eléctricos más allá del Taycan, un modelo de nicho y de prestigio.
Más allá de las declaraciones de uno de los máximos ejecutivos de Porsche, es importante saber que la prohibición de los coches gasolina, a excepción de los e-fuels, para 2035 no es inamovible. El acuerdo europeo podría incluir una cláusula de revisión de esa prohibición.
En una larga entrevista concedida al diario Les Echos, el entonces Comisario europeo de Mercado Interior dio a entender que no hay nada escrito en piedra. Al parecer, el ex ministro francés de Economía luchó mucho para que se incluyera una cláusula de revisión. Y se salió con la suya.
La revisión está prevista para 2026. O puede que incluso antes si fuese necesario. “Hay muchos interrogantes", advertía, "y puede que tengamos que adaptar en 2026, o antes de 2026, las medidas de apoyo a la trayectoria de 2035".
Europa se enfrenta a numerosos retos, como la destrucción de empleo. El comisario hablaba entonces de “600.000 puestos de trabajo" destruidos en el paso al coche eléctrico. El precio de los coches eléctricos, que indudablemente frena su adopción, es otro gran reto. "Un 27% más caros que su equivalente de gasolina", recordaba. Y, por supuesto, el control de China sobre las materias primas, justo cuando más vamos a necesitar, y su afán exportador para inundar Europa con sus automóviles, una cuestión de estado para el gigante asiático.
Desde esa entrevista algunas cosas han cambiado, por supuesto. Francia ya ha tomado medidas de protección frente a las marcas chinas y Europa acabará imponiendo aranceles o trabas a la importación de coches chinos. Y los precios de los coches eléctricos han empezado a bajar, lo que debería ayudar a que su cuota de mercado aumente.
Efectivamente, no hay nada escrito en piedra. La cláusula de revisión no equivale a una cláusula de cancelación. Sin embargo, es inundable, el coche eléctrico y la industria del automóvil están atravesando un fuerte bache en el camino, están en un valle entre dos olas. Y de cómo salgan de este valle y tomen la siguiente ola, determinará el futuro de la industria y del coche eléctrico.
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