Como habréis comprobado, en los últimos días en Motorpasión hemos centrado nuestras miradas en China y sus coches. Primero hemos hecho un análisis de la industria del automóvil en China, repasamos los últimos avances en materia de seguridad de los coches chinos y ahora toca el turno de hablar de prestigio de marca para valorar si una marcha china puede llegar a ser Premium.
Si me remonto unos años atrás, recuerdo que hubo un tiempo en el que en los salones del automóvil internacionales no se dejaba de hablar de la llegada inminente de las marcas chinas a Europa y de como estas iban a cambiar el escenario de mercado a nivel europeo. Todos los fabricantes temblaban, desde los todopoderosos alemanes hasta los franceses, pasando también el nerviosismo a los gigantes japoneses.
Era algo lógico, ya que en cada salón había miles de chinos llegados de no se donde que únicamente se dedicaban a fotografiar y tomar medidas de todas y cada una de las piezas de los coches que las marcas tradicionales exponían, para incredulidad de sus responsables.
Chinos fotografiando tornillos, tomando medidas de los bajos de los coches. Incluso recuerdo un chino que se quedó encerrado en el maletero de un Audi en el Salón de Frankfurt porque alguien le quiso gastar una broma pesada. Poco tenía que ver aquel espectáculo con lo que puedes esperar de una marca Premium y lo cierto es que desde entonces, el ruido creado por las marcas chinas y el miedo que tenían los fabricantes europeos ha ido a menos. Pero volverá.
Ya casi nadie habla de aquellas réplicas descaradas de los coches de marcas de prestigio como BMW o Mercedes. Aquellas baratijas puede que hayan quedado en el olvido, o simplemente las están guardando hasta que llegue el momento oportuno para introducirlos, con las debidas medidas de seguridad activa y pasiva, en nuestro mercado.
Japón y las marcas Premium japonesas, un ejemplo a seguir
Cuando me plantearon hacer un artículo de opinión sobre si en un futuro podríamos tener marchas Premiun de origen chino, lo cierto es que me mostré un tanto escéptico. En un principio me parecía impensable que una marca china, con sus tradicionales estándares de calidad, llegase a los niveles que se exigen a un producto como un coche Premium.
No debemos olvidar nunca que el coche suele ser la segunda compra más importante en nuestra vida después de la casa. Así, mientras los productos chinos para nuestro día a día están arrasando en las tiendas de conveniencia (que levante la mano quien no haya comprado algo en el chino del barrio), a la hora de hablar de coches la cosa cambia un poco. Es un desembolso importante y le damos más vueltas antes de tomar la decisión de compra adecuada.
Admito que ese escepticismo inicial fue poco a poco desapareciendo al aplicar una mirada largo placista, de aquí a varias décadas. ¿Por qué no puede ser Premium una marca china? Creo que debidamente gestionada, una marcha china si puede llegar a ser Premium. Para conseguirlo el mejor espejo en el que se deben mirar es en las marcas japonesas.
Hace tres o cuatro décadas, nadie podía imaginar que los japoneses pudiesen llegar a tener marcas Premium. Sus productos, altamente tecnológicos e innovadores, destacaban por eso, por su tecnología. Pero tecnología y Premium debidamente alineados pueden ir de la mano hacia la construcción de una marca que transmita esos valores.
Los ejemplos son más que evidentes. Nissan creó Infiniti, una marca absolutamente Premium que triunfa en otros mercados desde hace muchos años y que poco a poco en el mercado europeo está haciéndose un hueco que seguro aumentará de tamaño en un futuro no muy lejano.
Toyota por su parte creó Lexus, y ese ya no es un ejemplo de marca Premium que está construyéndose. Al contrario, Lexus ya es una marca asentada en la mente de los consumidores de gran parte del planeta que entra por méritos propios en las opciones de compra de muchos que se plantean la compra de un coche Premium.
Así pues, las marcas chinas únicamente tienen que fijarse en lo que han hecho sus vecinos japoneses y seguir copiar la misma línea de trabajo. Lo deben hacer paso a paso, sin apresurarse. Han tardado algo más de cinco años en conseguir coches que cumpliesen con los estándares de seguridad europeos. Ha sido tiempo de aprendizaje, de probar soluciones y buscar el camino correcto. Y lo que han conseguido es el coche más seguro del mercado. Al menos según EuroNCAP.
Si lo han conseguido en materia de seguridad, uno de los campos más complicados a la hora de desarrollar un coche, lo conseguirán seguro en el ámbito del marketing en cuanto tengan coches con la calidad necesaria. Para ello han de invertir, y para invertir tienes que tener dinero. Ese dinero lo harán en los próximos años vendiendo grandes volúmenes de los modelos más básicos de cada una de las marcas que actualmente existen.
De lo que estoy seguro es de que en un futuro no muy lejano los grandes grupos automovilísticos chinos comenzarán proyectos para lanzar marcas Premium en paralelo a las marcas de volumen. Será entonces cuando las marcas chinas ya estén tan asentadas en nuestros mercados y por tanto en la mente de los consumidores, que no nos preguntaremos si esta marca que rivaliza con los Audi, BMW y Mercedes de turno es china o sueca. ¿Qué más da?
Aunque ahora que lo pienso. ¿Es Premium Volvo? Porque si la respuesta es afirmativa, podríamos considerar que ya existe una marca compañía china de coches Premium. Sea como fuere, el resto tardarán todavía en llegar. Algunas marcas Premium como BMW lo que han hecho para contrarrestar el ataque de las chinas, ha sido unirse a ellos. El ejemplo más claro, el Zinoro 1E surgido de la joint-venture entre BMW y Brillance.
Es el ejemplo más claro de que una marcha china puede ser Premium. Vale que por ahora solamente en su propio mercado local, pero seguro que de aquí a unos años no nos importa comprar un BMW X1 que no luzca los riñones delanteros si su precio es más bajo que el del BMW original y más si continúa desarrollándose ese desapego de los jóvenes actuales hacia los coches.
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