A menudo cuando se habla de éxito de un modelo se tiende a hablar de las unidades vendidas. Lo cual se suele traducir en grandes beneficios para su fabricante, sin embargo esto es solo una parte de la foto. En ocasiones para entender qué supone para una marca un determinado modelo es preciso ver cuánto beneficio por unidad vendida le reporta ese modelo a la marca. Y los más rentables no son siempre los que más se venden.
¿Un ejemplo? El Porsche 911. Es tan sólo el cuarto modelo más vendido del fabricante alemán, pero es el modelo más rentable de toda la industria de los lanzados al mercado en 2019. Tiene un margen de beneficio de casi el 50 % y es responsable del 29 % de los beneficios de Porsche
La octava generación del Porsche 911, el 992, es más rentable proporcionalmente hablando, que cualquier otro modelo que haya llegado en el último año. La previsión de venta anual para el 911 es de 38.750 unidades, según Bloomberg. Esto representa 2.240 millones de euros con los que contribuye a las arcas de Porsche. Y es que el Porsche 911 tiene un margen de beneficio del 47 %.
Y a pesar de que en 2018, el 911 fue el cuarto modelo más vendido de la marca, por detrás del Macan (86.031 unidades), Cayenne (71.458 unidades) y Panamera (38.433 unidades), el 911 (35.573 unidades vendidas en 2018) a él solo aporta el 29 % de los beneficios de la marca, según datos de Bloomberg.
Como recuerda el autor del análisis, Michael Dean, el Porsche 911 es rentable en sus versiones más sencillas, digamos, como los Carrera y Carrera S. En el momento en el que se añaden a la gama las versiones más exclusivas o especiales, como los 911 Turbo, GT3, GT2 RS, etc “los márgenes [de beneficio] pasan a ser inmensos”.
Recuerdo, que en la presentación del 997 Turbo 3.8 litros, en Porsche reconocieron que fabricar un 911 Turbo costaba tan sólo 7.000 euros más que fabricar un Porsche Cayman. Y así, sin entrar en detalles, dieron a entender que el 911 es la gallina de los huevos de oro para la marca desde hace décadas.
Hay modelos con un mayor margen de beneficio, como el Ferrari F8 Tributo. Se calcula que tiene un margen de beneficio de 50 %, sin embargo supone tan sólo el 17 % de los beneficios de la división automóvil del fabricante italiano, que no del total de la marca. Recordemos que los mayores beneficios de Ferrari provienen de los royalties por los derechos licenciados a terceros; básicamente, provienen del merchandising.
Son marcas de lujo y es de esperar que sean modelos con elevados márgenes, pero también hay casos sonados en las marcas premium, especialmente cuando hablamos de SUV. Así, el BMW X5 y el Mercedes GLE tienen un margen de beneficio del 25 %. Ambos se fabrican en Estados Unidos (lo que ayuda a abaratar los costes) y ambos son responsables del 16 % de los beneficios de sus respectivos fabricantes.
Cuánto ganan las marcas por coche vendido
Estos elevados márgenes de beneficio suponen que, de media (no hay datos modelo por modelo), Ferrari ganó 68.888 euros por cada coche vendido en el segundo trimestre de 2019, según los datos recopilados por Fiat Group's World. En el caso de un Ferrari F8 Tributo, esa cantidad será muy superior a la de un Ferrari Portofino, por ejemplo.
En el caso de Porsche, ese dato queda diluido en el del grupo Volkswagen (1.493 euros por coche vendido). Sin embargo, nos podemos hacer una idea si no exacta, aproximada de lo que Porsche gana de media por cada coche. En 2018, Porsche realizó un beneficio de 4.300 millones de euros vendiendo 256.255 coches en todo el mundo. Es decir, habría ganado unos 16.780 euros por cada coche vendido. En el caso del 911, en realidad, la cantidad es muy superior.
Cuanto más prestigiosa la marca, más margen de beneficio por modelo debería tener el fabricante. Sin embargo, no siempre es así. En el segundo trimestre de 2019, BMW ganó 2.108 euros por coche vendido y Subaru, 2.098 euros. Pero Toyota les supera con un margen de 2.144 euros por coche en el mismo periodo del año. Mientras tanto, Daimler habría perdido 1.512 euros por coche vendido.
De este listado se desprenden otros datos curiosos, como los 3.662 euros de pérdida por coche vendido en Tesla y los 38.438 euros de pérdida por coche en Aston Martin. Ambos fabricantes invierten masivamente en el desarrollo de nuevos modelos y la expansión de sus factorías. Aston Martin, por ejemplo, ha invertido en el SUV DBX y en su nueva factoría de St. Athan, en el País de Gales.