Hace dos años, Tesla inició una guerra de precios en China. Empezó a bajar los precios de sus Tesla Model 3 y Model Y de fabricación local, obligando al resto de fabricantes a bajarlos también. Una de las consecuencias fue el apetito de las marcas chinas por vender en Europa sus coches hasta tres veces más caros que en China.
La otra es la extrema competitividad de las marcas chinas, actualizando y renovando los modelos antes de que les dé tiempo a venderlos, dejando a los clientes con la sensación de que les han vendido un peor coche. Las quejas y demandas por ello son cada vez más numerosas y afectan tanto a Tesla como a los fabricantes chinos y especialmente a BYD.
Apenas reciben su coche nuevo que ya es obsoleto
He Xiaopeng planea, CEO de XPeng Motors, prevé una intensificación de la guerra de precios en 2025, según una carta interna compartida por CnEVPost. El CEO de XPeng Motors confía en un crecimiento excepcional del mercado chino.
La demanda interna será insaciable, asegura Xiaopeng, por lo que la competencia es feroz, con más de cien fabricantes de vehículos eléctricos en China. Como consecuencia, el mercado está saturado y las pequeñas empresas no pueden seguirle el ritmo. Ni tampoco los consumidores.
Sí, las marcas chinas buscan salidas exportando, pero a pesar de cómodos márgenes, sigue siendo un deseo más que una realidad. BYD, el primer fabricante mundial de coches enchufables y que vende una media de 100.000 coches a la semana ha exportado menos del 10% de su producción en 2024.
Así, las compañías que pueden invierten masivamente en el coche conectado y la inteligencia artificial con promesas de conducción autónoma, como BYD con su “God’s Eye”, es decir, “El Ojo de Dios”, traducido al español. Este sistema de conducción autónoma estará presente incluso en coches de 9.000 euros usando su propia IA y DeepSeek en pocos meses.
El problema es que estos cambios y actualizaciones de nuevos modelos se dan a un ritmo desenfrenado, dejando a muchos consumidores chinos descontentos con las marcas chinas. Por ejemplo, las quejas contra BYD por ofrecer funciones gratuitas de conducción inteligente en la mayor parte de su gama han inundado una importante plataforma china de reclamaciones, muchas de ellas de clientes que afirman haber pagado de más por sus coches.
Entre el 11 y el 17 de febrero se presentaron más de 4.700 reclamaciones contra los coches de BYD en 12365auto.com, una plataforma de reclamaciones de terceros, frente a las 150 de la semana anterior y las aproximadamente 500 de enero.
Una queja, enviada por un propietario de una berlina híbrida enchufable BYD Seal 06 DM-i, resume muy bien la situación. Decía que había preguntado repetidamente al vendedor al comprar el coche si este año se lanzaría un modelo más nuevo.
“Pero sólo medio mes después de recoger el coche, el nuevo modelo salió al mercado con notables mejoras en la configuración al mismo precio”, dijo la persona, añadiendo que querían mejoras gratuitas y otras compensaciones de la empresa.
Las quejas son una de las repercusiones de la prolongada guerra de precios y la hipercompetitividad en el mercado chino, donde los fabricantes de automóviles reducen drásticamente los precios, ofrecen características gratuitas o incentivos, o lanzan nuevos modelos a un ritmo más rápido que en otros países.
En Europa, Japón o Estados Unidos la vida comercial de un coche es de entre seis y ocho años, de media. En China, sin embargo, se está reduciendo a cuatro años o menos, con nuevas funcionalidades y actualizaciones que se van añadiendo cada pocos meses a los modelos difuminando la frontera entre nuevo y antiguo modelo.
Hace dos años, el fabricante de automóviles estadounidense Tesla, poco después de reducir los precios desatando una guerra de precios, vio cómo cientos de propietarios de Tesla se reunían en los concesionarios de la marca en China, en busca de descuentos y créditos.
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Fotos | BYD
